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Cortita y al pie

Hambre de España

Más de 35.000 compatriotas proclamaron muy alto el derecho a su selección, que encontró sede. Fue el mejor ambiente que se recuerda

Hughes

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Luis Enrique es como es. Cuando quieren que renueve, dice que no, ahora no; cuando se duda de Carvajal, lo pone de titular y si España juega contra Albania un amistoso de sábado penitencial, afirma que se trata de un choque de la máxima.

Mirando ... al público lo parecía. La selección por fin estaba en Barcelona, donde no ha jugado un solo partido oficial (no amistoso) en democracia. A eso lo llaman normalidad. Más de treinta cinco mil catalanes cantaron el himno como si juraran bandera, el 'que viva España', el 'yo soy español', el 'qué bien ser español' o el 'España, España' sin el soniquete cansado de Faemino y Cansado, con una pasión distinta, con júbilo, banderas, saltos, olas, móviles encendidos, el himno a capella otra vez… Parece que había ganas de España, sed de España, hambre de España. Esos compatriotas proclamaron muy alto el derecho a su selección, y España encontró sede. Fue el mejor ambiente que se recuerda.

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