Gavi supera a Ansu Fati como el goleador más joven

«Gavi tiene gol, ya lo veréis», advertía Luis Enrique la semana pasada, convertido en pitoniso, al recordar el catálogo de virtudes que adornan a su aún adolescente jugador. Lo cierto es que el sevillano aún no ha explotado esa faceta. Tampoco en su club, donde apenas logró dos tantos en 34 partidos durante la pasada temporada. El primero como profesional se lo hizo al Elche, en diciembre del año pasado. El segundo llegó poco después ante el Atlético de Simeone. Ambos tantos los logró en el Camp Nou. «Seguirá marcando goles», aseguró tras el partido el técnico asturiano, cada vez más convencido en las posibilidades que le ofrece el jugador a su equipo.

Hasta ese tanto la pegada de España resultaba ridícula. Un disparo defectuoso de Sarabia a la nada y un manso cabezazo de Eric García a las manos de Vaclik era todo lo que se había podido apuntar.

El gol de Gavi no maquilló el fiasco del plan ofensivo primigenio que estableció Luis Enrique, con Raúl de Tomás de nueve y las bandas para Dani Olmo y Pablo Sarabia. Este, uno de los tres que repetía en el once respecto al día de Portugal, cambió de banda en Praga para ocupar la derecha.

La falta de inspiración de los tres provocó que ninguno de ellos superara la hora de juego. Sarabia se marchó al descanso por Ferran. Olmo y RDT se retiraron un cuarto de hora después para dar entrada a Morata y Marco Asensio , que solo tardaron un minuto en asociarse por primera vez en una jugada que acabó con un disparo al palo del madridista.

La novedad de Luis Enrique fue colocar a Asensio por el costado izquierdo durante un buen tramo del encuentro. El experimento, pese a la derrota, no funcionó mal, con asistencia incluida. Colaboró también la actitud del futbolista, quizás uno de los más sorprendidos de verse enganchado de nuevo al tren de la selección 19 meses de su última aparición pese a la floja temporada en su club.