Todos son contingentes, Gavi es necesario

Porque además, y para ponérselo más difícil al espectador, Luis Enrique añadió rotaciones. Todos entran y salen, como operarios de un sistema fabril, menos uno: Gavi, el único futbolista que se salía del engendro mecánico luisenriquista para hacer cosas ‘distintas’. El único no-engranaje. El único jugador no émbolo. Volvió a ser ‘Gavi y diez más’, y como en ‘Amanece que no es poco’ podrían gritarle: “Todos somos contingentes, pero tú eres necesario”. Primero asomó como interior lúcido, creativo en el desmarque. Después, ya en el área, marcó un gol de buscador de ángulos, de picardía y colocación con la zurda. Lo hace todo este jugador que es el líder de España ‘Nations League’. La otra la ha liderado Pedri. Y la única conclusión que de estos partidos parece posible hacer (sin acceso al Big Data) es esa: que Gavi con esta España un poco subalterna se eleva a una posición cercana a Pedri. Esto permite imaginar una selección con dos interiores estelares, con dos polos de fútbol, con Pedri y Gavi jugando al alimón.

Hay algo curioso en ello. Estos dos jóvenes juegan un fútbol heredero, hijo de la España campeona, con su misma gramática, mientras que la generación intermedia (en los 30) tiene algo previo, distinto, corajudo y como cabezón (los Morata, Carvajal, Koke…). El fútbol se contagia en la niñez y Pedri y Gavi crecieron con uno. Sus compañeros, grandes futbolistas, resultan, a su lado, mucho menos interesantes de ver. Y menos aun en junio, cuando las cosas solo se las toma completamente en serio alguien como Nadal.