real madrid
La ansiedad traba al Real Madrid ante el Valencia
El conjunto blanco tropieza ante un conjunto che muy firme y ordenado, lo que les deja a solo cuatro puntos del Barcelona
josé manuel cuéllar
Se quejan en Valencia de Unai Emery , que los de fuera no lo vemos, que su ciclo se ha acabado. Pero no parece tener mucho sentido. El Valencia ha ido vendiendo a sus figuras todos los años, uno por temporada, cada sesión, sin ... pausa. Pero el equipo ha seguido ahí, y casi siempre que presenta ante los grandes da la cara . En el Bernabéu , la dio, y la dio bien, con mano de entrenador bueno, con un plan a seguir, con una estrategia que cerró los caminos al Madrid y, a pesar de eso, no se cerró a cal y canto. Salió, tuvo oportunidades y puso en un brete a los blancos. [Narración: Así hemos contado el partido]
Claro que los de Mou atenazaron con zarpa de hierro a los valencianistas, más que nada porque les sacan treinta puntos y porque tienen una dinámica de equipo campeón tremenda. El Madrid saca puñales por todos lados, y te pincha de continuo, en cada jugada. Si no es Benzema , es Cristiano Ronaldo , y si no Marcelo , o las descargas de Ozil , que son mortales. Siempre hay alguien dispuesto a pincharte para que te vayas desangrando poco a poco.
A pesar de ello, Emery tapó vías de agua con el formidable trabajo de sus dos medio centros, Topal y Tino Costa , que son muy buenos jugadores. El Madrid, cierto es, se obcecó un poco con sus entradas por el centro, obsesionado como está Marcelo en entrar haciendo diagonales en vez de abrir el campo como lo pedía el partido. Pero ya se sabe que del lateral zurdo no se pueden esperar muchas luces tácticas, aunque siempre aporte mucho en ataque.
El caso es que el Valencia aguantó como pudo, que fue bastante bien y si Cristiano pegó un zapatazo al palo, también Ricardo Costa cabeceó a la madera una gran parada a tiro de Costa. Eso sí, por cada una que tenía el Valencia, el Madrid acumulaba tres zarpazos capaces cada uno de ellos de tumbar a un elefante. Se mantenía en pie el Valencia, pero se observaba que a cada segundo que pasaba se tambaleaba cada vez más, acusando el empuje blanco, que ve meta cerca y eso le hace afilar más los colmillos.
Por encima de todo estaba la intensidad del Madrid, que parece ir muy por encima del resto de equipos. Y si va a esa velocidad lo normal es que en las segunda partes los demás se vengan abajo, con las piernas cargadas de plomo y los pulmones a punto de reventar.
El partido se enreda
Olía a recurso Di María en la segunda mitad, y eso fue lo que hizo Mou. A la primera, a CR le sobró un dedo de Guaita para enchufarla. La presión aumentaba pero el Valencia no se iba del encuentro. En la larga distancia, con el francotirador que es Tino Costa, estuvo a punto de desequilibrar, pero el partido seguía en el alambre, cada vez más caliente, cada vez más complicado para ambos. Partido bronco en el que los de siempre perdían los papeles ( Pepe pateando a Arbeloa pensando que era un contrario, ¿?), Di María enredando y el Madrid cada vez más nervioso, justo lo necesario para calmar al Valencia.
Con el partido trabajo, al Madrid le pudo la ansiedad, le entraron las prisas y se le bajaron las persianas . Con medio tiempo por delante, querían marcar el segundo antes que el primero. Aun así, en ese tramo final el Madrid apretó de lo lindo, con las fuerzas que da la desesperación. Fue entonces cuando los blancos tropezaron con el último bastión: Guaita, que lo paró todo, hasta las carambolas de Benzema, que amenazaba con romper al Valencia de forma definitiva.
Los últimos minutos fueron agónicos para el conjunto de Emery, que las pasó moradas ante el empuje del Madrid, muy meritorio, pero también muy desordenado.
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