Cristiano Ronaldo rescata al Madrid del tedio

El croata ofreció un primer tiempo magnífico, con pases en profundidad, visión de juego y una demostración de recursos técnicos que explicaron a la afición que es un fichaje muy acertado. Le falta nivel físico . Su entrenamiento en solitario, a la espera de su contratación por el conjunto madrileño, le impidió llegar en la mejor forma. La obtendrá en dos semanas. Como todo el equipo.

Mourinho se pone manos a la obra. Su equipo no jugó bien frente al Granada. Tuvo que ser su estrella, lesionada, la que solventara la situación con esos toques secos que destrozan a todos los porteros. Ronaldo lleva ya 151 dianas con el Real Madrid. P ero no puede ser el único arma letal del campeón de Liga. Su entrenador lo sabe. Los blancos no han adquirido todavía un buen estado físico. Les falta velocidad. Jugaron andando. El técnico quiere acabar con esa situación. Reconoció que su equipo no le gustó.

La brillantez de Modric agradó al público. El centrocampista se convirtió en el enlace de Xabi Alonso. Dio pases medidos, trianguló con Cristiano y con Callejón y demostró una facilidad pasmosa para desatascar el juego del Madrid cuando el Granada presionaba al borde del área. Tiene profundidad el croata. Arriesga balones en busca de la penetración de sus compañeros por las bandas. Callejón lo disfrutó. Pero pasaron los minutos y el gol no llegaba. La grada se impacientaba.

Descubierta la brillantez de Luka, el equipo necesitaba más recursos para romper la muralla del Granada, que era una Alhambra sin romanticismo. Entonces quedó en evidencia la carencia de velocidad punta del fútbol del Real Madrid.

El campeón no ha adquirido aún la mejor forma física. El balón anduvo de bota en bota sin que nadie pusiera la sexta marcha. Solo Callejón la metió. Dio dos buenos pases que no encontraron remtador. Le robaron otros tres balones en su intento de desbordar por la derecha. Y al sexto dio el centro medido, por la izquierda, para que Cristiano anotara el primer tanto. Siempre surge CR7 para abrir los cerrojos.

Ganaban ya los blancos y su afición no estaba tranquila. Es un público entendido. Vio que el ritmo de juego de sus ídolos no era bueno. Y ya había sufrido el empate del Valencia y la remontada del Getafe. Hacía falta anotar otro tanto para respirar.

Mourinho, que sabe de esto, suplió la falta de «reprise» general con cambios de jugadores para aportar nervio al fútbol del grupo. Sacó a Di María para inyectar rapidez. Lo consiguió. Abrió la defensa enemiga. Y el segundo gol de Ronaldo supuso la tranquilidad general. Tocado, con gestos de dolor, el portugués penetró por el centro del área, disparó, Toño despejó su remate y el goleador cazó el rechace para firmar el 2-0 de la serenidad.

Modric no aguantaba más y el entrenador le sustituyó por Ozil. El responsable del equipo ha provocado un duelo por la titularidad entre el alemán y el croata. Quiere picar a Mesut, que deberá ganarse el puesto ante un rival interno que es más peligroso que Kaká. La expulsión de Borja Gómez demostró que el cuadro de Anquela ya rendía fuera del límite.

Con el partido sin problemas, Mourinho quitó a Cristiano, que se quejaba de sus molestias. Allí surgió el Bernabéu para reconocerle su valía. Los seguidores se pusieron en pie y le ofrecieron una atronadora ovación. Es el hombre que saca al Madrid de las crisis. No es humilde ni busca el caer simpático, pero sale a marcar y lo hace. Lo mejor es que Higuaín también pisa ese sendero. Ayer fue suplente y cuando el míster le dio minutos volvió a firmar su golito. Está en racha el argentino. La lucha deportiva con Benzema le ha venido bien. Se ha hecho más fuerte. Ahora, el entrenador anhela que el resto del plantel siga el camino de Cristiano y de Gonzalo.