Victoria por agotamiento

Minutos antes de comenzar el partido, Leo Messi recibió el cariño del Camp Nou tras haberse convertido en el máximo goleador de la historia del Barça. «Leo eres único, eres grande» , rezaba una pancarta gigante, la más grande desplegada nunca en el estadio azulgrana. El argentino es el único que nunca falla en la alineación de Guardiola, que rota a su alrededor para repartir minutos, sabedor de que con el argentino en el campo hay medio partido ganado, más aún ante un Athletic cercenado por las circunstancias.

Incluso sin sus mejores piezas sobre el césped, el conjunto de Bielsa dio la cara en el Camp Nou durante muchos minutos. Lo hizo sin cuatro de sus titulares y con sus dos mejores jugadores en el banquillo esperando el paso de los minutos para tener su oportunidad. Mientras llegaba ese momento, el Athletic renunció a su filosofía y se encerró atrás, tratando de capear el temporal. [Estadísticas]

Sufrieron mucho los rojiblancos durante toda la primera mitad, con el Barça acaparando la pelota en busca de oportunidades. La primera de peligro fue para Piqué , muy activo durante todo el partido, cuyo remate lo sacó Aurtenetxe en la línea cuando ya se cantaba el gol. Influido por el «modelo Bielsa», este Barça ha hecho del fútbol de toque una obra de arte. Veloz. Con transiciones rápidas, pero sin obviar el centro del campo, huérfano ayer sin la presencia de Xavi Hernández.

Su ausencia fue quizá la razón de que el Barça se alejara de la pausa de otros días y le diera a su juego un punto más vertiginoso. En una de esas jugadas, la triangulación entre Alexis, Messi e Iniesta terminó con el manchego solo frente a Iraizoz, al que fusiló sin piedad para hacer justicia en el marcador.

Ya con el marcador a favor, el Barcelona recuperó la pausa en el centro del campo y la utilizó para llegar hasta el descanso sin sobresaltos. Bielsa aprovechó el paso por los vestuarios para dar entrada a Muniain y Ander. Con ellos sobre el campo, el Athletic recuperó la autoestima y empezó a buscar con más ahínco la portería de Valdés, pero fue el Barcelona el que encontró la de Iraizoz.

Otra jugada polémica , la enésima en la guerra arbitral que mantienen Barcelona y Real Madrid esta temporada, tuvo la culpa. Esta vez, Mateu Lahoz vio penalti en un forcejeo entre Tello y Javi Martínez. La acción, muy dudosa, terminó con el gol de Leo Messi, que engañó al portero rojiblanco para aumentar la ventaja azulgrana.

Un minuto después del gol, Bielsa dio entrada a Llorente en un intento de buscar la remontada. El internacional le dio otro aire al equipo y de su presencia se aprovechó Muniain, que estuvo a punto de batir a Valdés y poner emoción en el partido. Hasta ahí llegaron las fuerzas del Athletic, cuyo desgaste físico evitó sufrimientos para un Barcelona que sigue a la caza.