Messi dicta en Glasgow otra lección magistral

Si Rakitic hace días que no se levanta, y está poco preciso, y no encuentra las claras líneas de pase, Piqué es el resumen de todos los levantamientos y todos lo generales: ayer empezó soberbio, con acciones comprometidas de mucho mérito. El Celtic lo intentaba con más fe que el peligro, y el Barça se empezaba a estirar con más oficio que finura: le costaba cuidar sus posesiones, perdía balones con demasiada facilidad, y su maquinaria parecía fría y desengrasada.

Pero Neymar es Neymar y sabe perfectamente cómo se mueve Messi ; y en el 23 Messi se movió, Neymar lo vio, y con dos toques -el del centro y el del remate- adelantó a su equipo. En las jugadas siguientes, Piqué continuó dando su particular lección de poder y autoridad en su área. También en la defensa, el Barcelona notó un gran y positivo cambio por jugar con Alba y no con Digne.

Suárez es un muy buen jugador pero ha de aprender a callarse. Tal vez el club tendría que empezar a castigarle con duras sanciones económicas cada vez que proteste, porque luego se acumulan las cartulinas amarillas y los partidos de sanción, por asuntos completamente absurdos, que tanto perjudican al equipo.

El Barça, más serio que brillante , controlaba el partido, aunque le faltaba profundidad y continuidad en el ataque. El Celtic sólo tenía a Dembelé, que hacía lo que podía y era francamente poco. El único peligro -o peligrito- que causó, lo paró Ter Stegen en dos tiempos.

En el 40, otra vez Messi, en esta ocasión por la derecha, creó de la nada una jugada sensacional y se la puso blanda a Suárez para que rematara de cabeza, pero una extraordinaria mano del portero Gordon evitó el segundo gol azulgrana.

La segunda parte empezó con Mascherano mostrando su contundencia defensiva, tal como ya había hecho en algunas jugadas de la primers parte. Sergi Roberto volvió a fallar , sirviendo una falta del modo más intolerable. Al Celtic todavía le quedaban fuerzas para buscar el empate con presión y empuje, tal vez porque católicos sabemos que Dios siempre guarda un sitio para los que rezan. Y en el 52 Dembelé la tuvo pero su cabezazo -y eso que estaba en el área pequeña y libre de marca- fue muy inocente y pudo detenerlo, bien colocado, Ter Stegen.

Pero lo verdaderamente significativo sucedió en el 54, cuando Suárez fue objeto de un clarísimo penalti que transformó Messi transformando por el centro, consiguiendo su centésimo gol en competiciones internacionales con el Barça.

En el 64, Digne entró por Alba, en un retroceso futbolístico y moral sólo aceptable si es para dar descanso a los buenos jugadores que tiene Barça. Neymar en el 70 halló la amarilla que buscaba para llegar limpio a cuartos; y en el 72 debutó con el primer equipo Marlon Santos, sustituyendo a Piqué. En el 76, un Neymar que le había encontrado gusto a picarse con Lustig, fue prudentemente sustituido por Arda. El brasileño, demasiado víctima de sí mismo, lleva seis partidos sin marcar. En el 81, Messi le hizo algo a Brown que si me lo hace a mí, estoy un mes sin salir de casa. Y en el 83 le regaló un gol a Suárez que el uruguayo incomprensiblemente desaprovechó.

Otra apoteósica exhibición de Messi le aseguró al Barça ser primero de grupo .