Fórmula 1

Verstappen vuela ante Sainz y Alonso en el estropicio del VAR

gran premio de austria

Pole el domingo para el neerlandés, tercer puesto para Sainz y séptimo para Alonso. Numerosas vueltas invalidadas por rebasar los límites de pista

Países Bajos coloniza Austria por Verstappen

Fernando Alonso, en el Red Bull Ring reuters

José Carlos Carabias

Enviado especial a Spielberg (Austria)

En cualquier circunstancia, Max Verstappen no falla. En Austria logra de nuevo la pole en una fiesta del VAR de la F1, las revisiones o el rearbitraje de los comisarios. Varias decenas de vueltas fueron invalidadas por traspasar los pilotos los límites de la pista, ... la raya blanca que lo delimita. En ese estrés de exceso de celo, Verstappen tampoco se equivoca. Gran resultado para Ferrari, segundo y tercero con Leclerc y Sainz. Y clasificación amarga para Fernando Alonso, que saldrá séptimo el domingo.

La Q1 se inicia con el impacto de los Ferrari en zona de pelea frente a los Red Bull. Una gran noticia para Carlos Sainz después de un inicio de año en la dificultad. Los coches rojos funcionan en recorridos cortos, las mejoras se dejan sentir. Otra cuestión será la carrera, el vuelta a vuelta de la destrucción de neumáticos.

Está Fernando Alonso en una zona más dispersa, séptimo en esta primera ronda con los McLaren invadiendo la zona que antes ocupaban los Aston Martin. Diferencias escasas, de milésimas, con Norris, que anticipan otro foco de lucha. Los jueces ya estaban a otra: anulando tiempos en vueltas a muchos pilotos por sobrepasar los límites de pista.

La Q2 es un descalabro general, rompecabezas sin sentido por parte de los comisarios, que eliminan las vueltas de los pilotos por salirse de los límites de pista. Cuestión de centímetros, seguramente, que convierte la clasificación en una lotería.

Se eliminan vueltas como quien tira pipas al suelo. A Verstappen, Checo Pérez, Alonso, Stroll, Ocon, Russell, Sainz, a casi todos les pasan la cuchilla los árbitros, tan afilados que casi no se detecta la infracción.

A Sergio Pérez se le viene el mundo encima porque se coloca segundo, y el VAR de la F1 lo elimina por traspasar la línea blanca. «¿Es una broma?», preguntan en el garaje de Red Bull. Un nuevo condimento cambia el paisaje de la Fórmula 1. Una vez más.

A la Q3 acuden los pilotos con el freno en la mano, escarmentados por lo sucedido en las rondas anteriores. Juegan con menos riesgo, no apuran tanto en las últimas curvas antes de la recta de meta y el resultado es el mismo. Verstappen sale primero.

«Es un paso adelante, estoy contento», dice Sainz después de capturar una tercera plaza que lo anima para el domingo. Alonso no culmina con un buen tiempo la estresante clasificación. Saldrá séptimo, por detrás de su compañero Stroll.

Dominio en la matinal

La atmósfera le ayuda en el Red Bull Ring y él se muestra insaciable en cualquier circunstancia. En la primera sesión de ensayos, Max Verstappen empieza al mando del pelotón en el circuito propiedad de la multinacional que patrocina su equipo. Mejor tiempo para el neerlandés con un neumático más lento que el resto. Una premonición que impulsa a pensar en otro fin de semana de dominio del líder de Red Bull.

Los españoles están en onda en este inicio austriaco. Carlos Sainz, con ruedas rojas (las más veloces) se ubica segundo reafirmando así que el Ferrari funciona cuando no tiene rodar muchos kilómetros y se come los neumáticos.

Fernando Alonso hizo un entrenamiento centrado en la larga distancia, sin buscar tanto el tiempo de una clasificación, a una vuelta. Terminó octavo con la misma rueda que Verstappen, a nueve décimas, desventaja considerable

Pero el fuerte de Aston Martin son los domingos, las carreras de largo aliento, el ritmo continuado y por ahí hay que entender esta sesión en la que Alonso llegó a dominar unos minutos antes de que asomase el intratable Max.

Alonso estuvo en la línea de rendimiento de Hamilton, con quien ya compitió en el último gran premio de Canadá por una posición destacada en el podio, que finalmente consiguió. Segundo el español, tercero el británico.

Ferrari dedicó gran parte de la sesión a corregir su déficit sangrante de esta temporada, la destrucción de los neumáticos con el paso de los kilómetros. Con las ruedas duras, las de color plata, Sainz y Leclerc buscaron esa opción de mejora, aunque no pareció que diese resultado.

Los tiempos de los dos pilotos fueron muy flojos, a cola del pelotón, durante la mitad de los entrenamientos, y solo hubo una mejora sustancial cuando cambiaron a las ruedas rojas.

Ahí Carlos Sainz selló un par de vueltas magníficas, que lo elevaron al mejor tiempo provisional. Hasta que llegó Verstappen y de nuevo puso el jarro de agua fría sobre las ilusiones de cualquiera, salvo de sus enloquecidos paisanos que hacen del Red Bull Ring un Alpe d'Huez en color naranja.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios