Aston Martin y Fernando Alonso, la ola del optimismo en Austria

En el Gran Premio de Austria, novena prueba del Mundial y segunda con formato esprint, tanto Fernando Alonso como su equipo en verde empiezan a soñar con la victoria, la célebre 33. «Cada vez estamos más cerca», dice Mike Krack, el jefe del equipo.

«Tengo curiosidad por ver qué podemos hacer en Austria», comentó Alonso, quien en el el circuito de Montreal hace dos semanas, en pleno fragor de la batalla, ya expresó por radio la idea de grupo. «Quiero ganar esta carrera, compañero», comentó al ver que reproducía los tiempos de Max Verstappen.

En Canadá la progresión de Aston Martin fue evidente. Alonso terminó a 9 segundos de Verstappen, una desventaja asumible, ni hablar ya de los veintitantos segundos de las siete pruebas anteriores.

Las retoques técnicos y aerodinámicos de la fábrica en construcción en Silverstone y el túnel del viento que Aston Martin paga en alquiler a Mercedes han mejorado el producto verde. Los coches 14 de Alonso y 18 de Stroll se pegan cada vez más al suelo y corren más, aunque en el caso del hijo del dueño no se note tanto.

«Las mejoras que hemos introducido en el coche parecen funcionar bien y seguiremos optimizando la puesta a punto de cara a Austria», aseguró Alonso en declaraciones difundidas por su equipo.

El Aston Martin se ha mostrado un coche muy competitivo en casi todas las circunstancias y circuitos, salvo Barcelona. Es muy fuerte en las curvas lentas y en la salida de las mismas. Adolece de empuje en las rectas, aunque en Canadá pareció corregir ese déficit.

El circuito Red Bull Ring es uno de los más cortos del calendario. Es el que menos curvas tiene (10, aunque se podría considerar que son solo 9) y el que menos tiempo se tarda en dar una vuelta. Hay tres pistas más cortas en el calendario (Mónaco, Brasil y México), pero son más lentos. En Austria, el 655 de la vuelta es con el acelerador a fondo.

Por su ubicación, en un valle entre montañas en la región de Estiria, son frecuentes las tormentas. Hay previsión de lluvia para el fin de semana, en la segunda cita de formato esprint (carrera corta de 100 kilómetros el sábado que reparte puntos).

Cuando Alonso conducía coches más lentos, clamaba por la lluvia, los accidentes, sucesos varios que alterasen el orden del potencial de los coches. Ahora que es propietario de uno de los bólidos punteros, el español no quiere lluvia, ni fines de semana al esprint. Quiere tiempo y horas entrenamiento para entender las mejoras de su Aston Martin.

En Austria solo tendrá una hora de ensayo, los libres 1, el viernes de 13.30 a 14.30. Por la tarde se celebrará la clasificación para la salida del domingo, y el sábado se disputan la clasificación y la carrera al esprint.

«El fin de semana al esprint no será ideal para nosotros. Todavía necesitamos más tiempo de entrenamientos libres con nuestro nuevo coche mejorado. Todavía tenemos que entender y optimizar un poco el paquete. Y en Austria, obviamente, con el esprint, sólo tendremos la FP1 para hacerlo. Pero es lo que hay. El circuito será bueno y tal vez mejor para el paquete también», expresó el piloto español.