Gobierno de McLaren y pole de Norris; Sainz y Alonso, en zona media

Q1. Antonelli y Lawson KO

La primera ronda del curso decreta una igualdad que puede hacerse costumbre. Una Q1 con cuatro pilotos apretados en la cabeza, separados por poco margen y en la que se producen los contratiempos para los novatos. Caen dos coches punteros, el Mercedes de Antonelli, quien tiene problemas con la altura del monoplaza, y el Red Bull de Lawson, que se marca un Checo Pérez a las primeras de cambio.

Dos grandes vueltas de Fernando Alonso lo colocan en posición despejada, lejos del riesgo de la eliminación. El pronóstico era de dificultad para el Aston Martin, pero el asturiano saca el oficio de media vida en la F1 para situarse noveno.

Más problemas para Carlos Sainz, decimotercero en la Q1 y superado por su compañero Alex Albon. Los dos españoles atraviesan la barrera hacia la segunda eliminatoria.

Q2. Alonso eliminado

Alonso no puede completar el primer intento de vuelta, un trallazo del Aston Martin de visita a la grava se lo impide. Quedan cuatro plazas para la Q3, toda vez que faltan dos coches de nivel, Antonelli y Lawson. El español tiene que dejar todo par el segundo intento y los mecánicos el fondo plano del coche verde.

Un primer sector sin mejora provoca que Alonso no pueda cerrar una vuelta redonda y en la tabla de tiempos se queda fuera de la Q3, duodécimo en la salida del domingo.

Buena prestación de Carlos Sainz, séptimo con el Williams dentro de la Q3, también su compañero Albon, un equipo en evidente progresión respecto a su dinámica perdedora de las últimas temporadas. De nuevo Norris logra el mejor crono. Un trompo de Hamilton, que mantiene el pulso en su debut con Ferrari, da colorido a la sesión.

Q3. Pole de Norris

La tanda definitiva muestra que McLaren tenía una marcha, un punto extra para exprimir en el instante de la verdad. Norris (1.15:096) y Piastri (1.15:180) completan el doblete de la escudería de Woking y establecen la diferencia de velocidad con Max Verstappen, tercero, a cuatro décimas.

Para Hamilton es un debut insípido con Ferrari. Octavo, dos décimas por detrás de su compañero Leclerc, no es para lanzar cohetes. Hay sorpresa porque la igualdad preside la sesión, seis coches diferentes entre los siete primeros, con mención especial para Tsunoda (5º) y Albon (7º). Carlos Sainz concluye décimo, un éxito para Williams con los dos bólidos al alza.