Alonso encuentra otro Briatore en Alpine

Alonso no participa en la puesta de largo realizada con conversaciones grabadas con los directivos de la marca y con el piloto galo Ocon, pero recibe los parabienes de su antigua escudería, empezando por el presidente mundial de la compañía, el italiano Luca de Meo: « Fernando es una estrella mundial que vuelve a casa con todos los honores. Es rápido, tenaz, valiente, talentoso y experto. Tenemos una gran responsabilidad».

Luca de Meo se ha convertido en unos meses en referente para el piloto español . Atento a su recuperación del accidente de bicicleta en Lugano, pendiente de todo lo que ha podido necesitar el español para su acoplamiento al equipo de F1, el directivo italiano ha proyectado las ambiciones de expansión de la compañía en la escudería de F1 y en el piloto asturiano como estandarte.

Para Alonso este tipo de vinculación con una compañía no es nueva. En su antiguo Renault estableció una complicidad máxima con Flavio Briatore , que ha gestionado sus asuntos en diversos campos a través de su empresa, FF.BB. Briatore era el director del equipo, no el presidente de la compañía. Su amistad y complicidad ha perdurado en el tiempo por encima de escuderías, éxitos o fracasos.

En Ferrari , Fernando Alonso estableció una conexión de extrema cordialidad con el carismático aristócrata Luca di Montezemolo, presidente histórico de la escudería del cavallino rampante con quien convivió de maravilla durante cuatro años, hasta que la propiedad de Ferrari destituyó a Montezemolo y Stefano Domenicali, y el proyecto rojo se vino abajo para el español.

A Alonso lo captó entonces otro gran fabricante de coches, Honda. La compañía japonesa regresaba a la Fórmula 1 en sociedad con McLaren y aportaba una considerable cifra (casi 300 millones al año) por convertirse en juez y parte de la evolución del coche inglés. Honda eligió piloto en el escaparate de la F1. Se decantó por Alonso como impulsor de su plan y se vivió entonces uno de los mayores pasmos en la historia de la F1. El español, que salió a gritos y de bronca con Ron Dennis en McLaren 2007 después del cisma Hamilton, regresaba a la escudería en 2015 como el hijo pródigo.

Lejos de la Fórmula 1, en sus dos años de aventura por otras modalidades del automovilismo (el Mundial de Resistencia, Le Mans, el Dakar), Alonso se juntó a un líder mundial de ventas de coches, Toyota, con quien compitió en estas categorías.

Para entender su regreso a Renault (ahora Alpine en F1) hay que vincular su fichaje al italiano Luca de Meo, expresidente de Seat y actual presidente del grupo Renault. «Creo en el espíritu de equipo, es lo que nos empuja desde las fábricas de Viry y Enstone a mejorar todos los días», declara De Meo. Alonso se mostró exultante en las respuestas ofrecidas por Alpine. Sobre su salud y su accidente, comentó: «Me siento muy bien y en mejor forma que nunc a antes, tanto física como mentalmente. Me he estado preparando para este regreso desde hace bastante tiempo y tengo una nueva motivación. Estoy listo».

Habló de sus objetivos, de su nivel de exigencia: «Quiero hacer las carreras lo más cerca posible de la perfección. Esto es lo que debemos hacer en los días de carrera, y esto es para lo que estoy preparado». De actitud va sobrado: «En un fin de semana de carrera, una vuelta de clasificación, un inicio de carrera, y un campeonato por el que luchar , la mente estará allí, así que iremos al ataque desde el principio».