Hamilton sigue inmenso

[Resultados del GP de Bahréin]

Tal vez el futuro depare dulces días de gloria recuperada a Fernando Alonso, pero hoy provoca tristeza verlo en tierra de nadie, doblado una semana detrás de otra por el Ferrari de Raikkonen y sin posibilidad de discutir por las victorias o algo similar en la Fórmula 1.

Esta situación de presunta interinidad hasta que el McLaren recupere el color lleva a pensar dónde pernoctará la F1 el día que Fernando Alonso cuelgue el casco. Una vez se ha acostumbrado el personal a preguntar por su paradero, delante o detrás, pero casi siempre dentro de los puntos, los diez o los tres mejores, cabe cuestionarse qué será de la F1 cuando nadie pregunte pro Alonso.

Las cámaras no enfocan a Alonso porque está a un mundo de Mercedes y Ferrari, las dos escuderías que en Bahréin y en las tres citas anteriores han captado la atención. Así es la Fórmula 1, el deporte, la vida. El que gana, sale en la foto.

Los Mercedes era más rápidos que los Ferrari en el circuito del Golfo Pérsico. Bastante más contudentes en rectas y curvas de lo que anunciaron las horas previas. Hay algo de márketing conceptual en la nueva vida de Ferrari. Es la especialidad de Maurizio Arrivabene, su primer ejecutivo y ex hombre fuerte de Marlboro. A la hora de la verdad, Vettel y Raikkonen no podían con Hamilton y Rosberg.

Rosberg se sacudió las lágrimas y convirtió los lamentos en una tarde de manos valientes. Tres veces adelantó a Vettel sin titubeos, como se hacen las cosas en este deporte. Aunque no llegó a Hamilton, sí se reivindicó. A última hora le pasó Raikkonen. Rosberg flaqueó en la presión y cedió su segundo puesto.