Molano, un velocista corta la sequía de Colombia

Molano es el último vencedor en Madrid, etapa de cierre en la Vuelta 2022, cuando exprimió el lanzamiento de su compañero Ackermann para aprovechar la velocidad e imponerse en la Castellana.

La victoria del velocista del UAE se gesta de una manera sorprendente y brillante. En el asfalto de Zaragoza surge como un cohete el portugués Rui Oliveira, llevando a su rueda a Molano como enganchado por una cuerda.

De esta manera la pareja del UAE, que ha tenido la colaboración del hombre para todo Marc Soler 'colocator' como le llaman en su equipo, echa tierra a las aspiraciones del Alpecin, la única escuadra que forma un verdadero tren para su mejor llegador, el australiano Kaden Groves, dos veces vencedor en esta Vuelta.

«Lo teníamos planeado así. Sabíamos que había una curva a izquierda y que era la ocasión. Le dije a Rui es la hora y lo hizo muy bien, y yo cumplí con mi trabajo», exclama Molano, 28 años, 23 triunfos como profesional, natural de Paipa, el semillero de los grandes ciclistas colombianos en la región del Boyacá.

Molano rompe la sequía del ciclismo de su país, que hace unos años era el dominante y obligaba al mundo angloparlante en el ciclismo a aprender el idioma español para comunicarse con los hijos de los Andes.

Era el tiempo de Egan Bernal, Nairo Quintana, Rigoberto Urán, 'Supermán' López, Sergio Henao, Fernando Gaviria y tantos otros en la plenitud de su carrera...

Ese periodo pasó y, en apenas cuatro o cinco años, de Colombia ya no quedan aspirantes a ganar el Tour, Egan Bernal no es el mismo desde el accidente contra el bus, Nairo Quintana no tiene equipo por ese asunto con el tramadol y 'Supermán' López ha sido suspendido por la UCI por su vinculación con el doctor Maynar.

«Nosotros tenemos tres corredores para la general, pero también planificamos las llegadas al esprint -cuenta Molano-. Me gusta ponerme a la rueda de Marc Soler, confío mucho en él, y Rui es mi lanzador, y lo hace fenomenal».

En el transcurso de una etapa insulsa, una más en esta Vuelta que no despega, Roglic capturó cuatro segundos en un esprint bonificado. Y el líder Sepp Kuss, el mejor gregario del pelotón, asegura en la víspera de la visita al Tourmalet previo paso por el Aubisque que «da igual si gano yo, Primoz (Roglic) o Jonas (Vingegaard). Ellos están están más acostumbrados que yo a comandar carreras».