Kron se lleva una etapa enrarecida por la lluvia, las caídas y las chinchetas

Fue una etapa extraña, marcada de nuevo por la lluvia y con los ciclistas en alerta tras los problemas de visibilidad y seguridad que sufrieron el sábado. La salida de Mataró ya presentaba problemas, con el agua empeñada en deslucirlo todo. El malestar era tan palpable que antes del comienzo se negoció con la organización un cambio de final. Los corredores acordaron que los tiempos se tomarían a falta de 9 kilómetros para el final pese a que, el ganador de etapa, se sabría como es habitual en línea de meta.

Hubo que lamentar actos incívicos, como ocurriera en las etapas iniciales del Tour a su paso por el País Vasco. Durante un tramo, a cien kilómetros de la meta, numerosas corredores pincharon y tuvieron que cambiar la bicicleta a causa de las chinchetas que algunos indeseables esparcieron sobre el asfalto. Algunas, incluso estaban reforzadas con un taco de plástico para que su efecto fuera devastador. No hay que olvidar que el pasado sábado hubo cuatro detenidos por sospechas de boicot, al encontrarse un par de bidones de aceite de 200 litros que estaban dispuestos para, presuntamente, volcarlos este lunes al paso del pelotón y provocar la paralización de la carrera. En un mensaje en las redes sociales, la plataforma Alerta Solidaria denunciaba que con estas cuatro detenciones se ponía de manifiesto que se trata de una «Vuelta colonialista», al tiempo que apuntaban a que las detenciones obedecían al temor de que la Vuelta «refleje la opresión nacional y social» que creen que Cataluña sufre «como pueblo».

Antes de que sucediera el incidente, cinco corredores aprovecharon para escaparse: Andrea Piccolo (EF Education-EasyPost), Matteo Sobrero (Jayco AlUla), Javier Romo (Astana Qazaqstan), Jetse Bol (Burgos-BH) y Joel Nicolau (Caja Rural-Seguros RGA). Fueron valientes y aprovecharon los temores del pelotón, que tomaba precauciones por el miedo a caer: Pelayo, Roglic, Piccolo, Buitrago, Only o Scotson, Only se fueron al suelo. Ahí fue donde se gestó el intento de plante, con Jonas Vingegaard como principal impulsor.

En el último tamo, llegando a Molins de Rei, se fue al suelo el líder, Lorenzo Milesi. Sangrando por el codo y palpándose en dolorido costado le indicaba a su coche que se marchara hacia adelante, que ya trataría de acabar la etapa como fuera. Ahí se supo que habría cambio de líder.

Los seguidores que siguieron la etapa soñaron con un triunfo español viendo rodar a Javier Romo en cabeza junto a Piccolo cuando solo faltaban ocho kilómetros para la meta pero fue el italiano al rodar a esa distancia el que se enfundó el maillot rojo de líder. A falta de 3 kilómetros, Kron se fue en solitario, aguantó y entró en solitario en Montjuïc. Emotiva celebración del piloto del Educatio First recordando a De Decker, fallecido esta semana tras sufrir un accidente mientras entrenaba.

Andorra será la primera toma de contacto con la montaña. Tras el paso por Andorra la Vella, se ascenderá el Coll d'Ordino desde Canillo (17,3 km al 4,7%). Tras el descenso a Ordino se girará hacia La Massana para iniciar la ascensión a la estación de Arinsal, una llegada inédita para la ronda española con 6,8 km de longitud al 8% y en la que durante varios tramos sostenidos se alcanzan porcentajes de hasta el 13%.