Suscribete a
ABC Premium

Tour de francia

El maillot amarillo se inventa una maravilla

Van Aert gana en solitario en Calais tras un ataque masivo del Jumbo en una cota de cuarta categoría

Van Aert, al entrar ganador en la meta AFP
José Carlos Carabias

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En Calais, con Inglaterra a la vista al otro lado del Canal de la Mancha, Wout van Aert revive aquella frase del periodista radiofónico Mateo Ferretti en 1949. «Un hombre solo al comando. Su maillot es celeste y blanco; su nombre es Fausto Coppi». 'Il ... campeonissimo' colocó doce minutos a su enemigo fraternal, Gino Bartali, cuando en el ciclismo se corría por rabia y honor. El ciclismo de hoy es otra cosa: tecnológico y calculado, menos imprevisible. Y de vez en cuando regresa a su esencia. Van Aert se inventó una maravilla en un ataque masivo del Jumbo en una cota de un kilómetro que desarmó al pelotón. Ganó, como Coppi, en solitario. Un día antes del martirio de los adoquines en el norte de Francia y después de hacer tres segundos puestos en las tres primeras etapas, el maillot amarillo regaló una exhibición al personal.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia