Entrevista ABC
Claudio Chiappucci: «Si un ciclista da positivo se le juzga de forma despiadada, en el fútbol los casos pasan desapercibidos»
Ídolo del ciclismo en Italia en los años 90, 'el Diablo' no se baja de la bici y repasa en ABC sus grandes batallas sobre el asfalto con Induráin, al que define como «el mejor estímulo» de su carrera
Gianni Bugno: «Yo no corría para Induráin; nadie puede decir que me vendí»
Roma
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEs curiosa la vida deportiva del 'Diablo', un escalador sublime capaz de emocionar al mundo gracias a sus fugas suicidas y espontáneas, siempre en solitario. Comenzó ganando una Milán-San Remo legendaria (1991), y en apenas un lustro penduló siempre entre los tres mejores en ... esos grandes giros que gozaban de más prestigio y caché: Italia y Francia. Sí, en el fondo, no se sabe muy bien si ganó demasiado o demasiado poco. Como todos, también tuvo un episodio opaco que no hizo sino sacralizar aún más su existencia, y por ende la del ciclismo vintage. Fue un jerarca de la montaña, pero solo una se le resistió: Miguel Induráin. Ahí era Sísifo
-La San Remo de 1991 fue una locura. Una escapada legendaria. Ataques en serie braceando con Sorensen. Completó la subida del Poggio en solitario, y después la gloria. Abdoujaparov fue cuarto, con el mismo tiempo de Eric Vanderaerden, bronce.
-Quería ganar. Era mi sueño desde pequeño, y nadie imaginaba que podría lograrlo. Puse en liza toda mi estrategia, que era la de no esperar hasta el final sino adelantar los tiempos. Era una jornada lluviosa, y comencé a atacar en la bajada del Turchino. Era muy larga. El pelotón se desconcentró. Tuve suerte.
-¿Suerte?
-Para ganar una clásica como lo hice yo sí, es necesaria. El trayecto largo, la corsa era rápida… Había subidas, sí, pero que debías afrontar siempre en velocidad. También encontré un grupo de ocho o diez corredores -todos potenciales ganadores finales- que de alguna manera colaboraron en mi fuga (más de 150 kilómetros en solitario). Es decir, todo eso me benefició. Nadie me ayudó porque todos querían ganar. Gracias a ellos, poco a poco fui definiendo, delineando mi plan a seguir. Lo que hice fue algo grande, más fácil de contar que de ejecutar. Es mucho tiempo solo en la bici, y se te pasan muchas cosas por la cabeza… Ni siquiera tienes la certeza de que podrás. ¿Entiendes la dificultad? Son muchos factores a tener en cuenta.
-¿Cuántas horas al día pasa pedaleando por los aledaños de Lombardía?
-Depende. No tengo un programa. Podría ser una hora o seis. Lo decido el mismo día. También practico otros deportes… No es que coja la bicicleta todos los días. No, para nada.
-La espontaneidad era la base de su ciclismo.
-Yo diría mejor la simplicidad. Nada de extraordinario ni difícil. Quizás para algunos pueda ser complicado, pero para mí no lo es. Vivo, punto.
-'El Diablo', término español. No es 'Il Diavolo'. ¿Quién comenzó a llamarle así?
-Mira, esto comenzó en Colombia. Me encanta este apodo, y disfruto que sea en lengua española. Un país que me ama pese a haber tenido una grandísima rivalidad con Miguel Induráin. Incluso hoy hay miles de tifosi españoles que me escriben. Otros que, cuando voy a allí, me piden que les firme maillots… Me escriben en redes sociales. Es como si fuera mi segundo país. Increíble. Lo aprecio mucho, soy consciente. De hecho, trato siempre de cultivarlo para que esto no se pierda. Lo hago anualmente. Es como sembrar para recoger. Reciprocidad.
-Tres podios en el Giro y tres en el Tour en apenas un lustro mítico con el Carrera. ¿Cómo mide esto? ¿Éxito enorme o sin embargo…?
-Es un gran éxito, sin duda. Fue un periodo en que estaba muy motivado, y mi gran objetivo siempre era ganar a Induráin. Supuso mi gran estímulo. Él me ayudó a quebrarme un poco más la cabeza para llevar a cabo nuevas estrategias, quizás menos ortodoxas e inesperadas. Era el jefe de las carreras, y esto obligaba a inventarse determinadas sorpresas para minimizar su enorme poderío. Su ventaja en la crono era enorme. Había que actuar en otras dimensiones.
-¿De qué tipo de estrategias habla?
-Liquidar su escuadra, lo primero. Después, ponerle en aprietos. Siempre dije que mi montaña más dura de escalar se llamaba Induráin.
-Hablando con Bugno, nos reconoció lo bien que se portó con él en 2021, cuando estaba en aprietos. En sus años de competición la rivalidad -deportiva- era grande. Muy grande.
-Sí, mucha. No solo a nivel individual. Me refiero también a las escuadras de cada uno. Esa era incluso mayor, y creaba algunos problemas en ocasiones. Digamos que venía de arriba, más allá de Gianni o yo. Éramos los dos italianos más relevantes del momento, y luego estaba Miguel.
-Usted dijo que, si hubieran colaborado más, quizás el navarro habría ganado menos.
-Esto lo digo ahora mirando atrás, aun entendiendo cómo se actuó entonces. Si hubiéramos colaborado más lo habríamos reventado todo, pero esto lo digo ahora. Podríamos haber formado una pareja perfecta y ganadora, pero era imposible. Hay que aceptarlo.
-El Sestriere de 1992. Fuga de 200 kilómetros, ¿es la etapa más dura de toda la historia?
-Para mí, sí. Infinita, dura, muchos desniveles, calor enorme… Además, situada entre dos etapas también complejas (Mont Blanc y Alpe d'Huez). ¿Por qué se sigue hablando de ella? Pues porque a medida que pasa el tiempo nos damos cuenta de su unicidad, su autenticidad. No hemos vuelto a ver nada igual, aunque yo antes de partir ese día no podía imaginar semejante repercusión.
-¿Cómo aguanta la cabeza 200 kilómetros solo?
-Sinceramente, no todo el mundo puede resistir eso. La cabeza llega donde no alcanzan las piernas. Para superar momentos de dificultad es necesaria siempre. En esa etapa comencé a conocerme mejor. Me di cuenta de la capacidad que tenía de soportar el dolor, las dificultades… Pensaba, pensaba mucho. En mi familia, en lo que me esperaba cuando llegara a casa… No solo pensaba en la carrera, ni mucho menos.
-La actual generación de fenómenos (Pogaçar, Vingegaard, Evenepoel, Van der Poel o Van Aert), ¿puede, de alguna manera, compararse a la suya?
-No, para nada. Imposible. En medio hay demasiada tecnología, y esta ha cambiado la mentalidad, alterándola sensiblemente. Miro atrás, y veo que no teníamos esto de hoy. Dábamos mucho de nosotros mismos. No teníamos manager, jefe de prensa… Hicimos ciclismo casi de forma autodidacta. El 80% éramos nosotros; el veinte restante era la gente que estaba por ahí para ayudarnos. Hoy parece el contrario.
-En España seguimos hablando de usted, Bugno o Pantani treinta años después. Tengo dudas que hagamos lo mismo con la contemporánea apenas citada.
-El nuestro era un fuego eterno. Te daba calor. El de ellos parece más efímero. Es más breve y violento. Nosotros dábamos que hablar todo el año, porque apenas descansábamos. Corríamos el doble de carreras que ellos, que hoy en día pueden descansar más. Por no hablar de las distancias en las pruebas, entonces mucho más largas.
-Hablemos de otros rivales además de Induráin o Bugno. Luc Leblanc, Virenque, LeMond, Jalabert o Tony Rominger.
-Rominger era difícil, pero teníamos buena relación. Era duro, completo, coriáceo. Otro era Pascal Richard, que sabía elegir muy bien cuándo pedalear fuerte. Calculaba fríamente cuál debía ser su momento en cada temporada. No fue nada sencillo competir con ellos. Calidad imperial ambos.
-¿Qué le parecía Perico Delgado?
-Corrí con él cuando aún tenía mucho que dar. En España coincidimos bastantes veces, antes de la explosión de Induráin. Era uno que atacaba, y eso me ayudaba. Yo era más rápido, mejor con la llegada al esprint… Pero era imprevisible, y eso siempre me gustó mucho de él.
-Marco Pantani. ¿Cuánto se le echa de menos?
-También el Chava Jiménez o Frank Vandenbroucke. En teoría, era la generación que debía recoger nuestro testigo. Era un mundo venidero, otro modo de ser y comportarse. Lástima todo.
-¿Por qué se ha mancillado tanto el nombre del Pirata? Cada día se esgrime un juicio sobre su figura.
-Yo viví la primera parte de Pantani. Era diferente. Nuestro destino lo marca la dirección que tomas, con la gente que te mueves. En mis primeros años de profesional tengo un excelente recuerdo de Pantani, igual que con Jiménez. Teníamos una gran relación. Eran sus inicios con Banesto. Me encantaba su carácter, también sus dotes como ciclista, cómo atacaba siempre. Después, ya se sabe. Parecen finales parejos. Es como si todo fuera el terrible resultado de determinadas elecciones o decisiones tomadas. La crueldad de la existencia.
-Ullrich también contó algo parecido en 'Relevo'. Eran los años de Eufemiano Fuentes, del doctor Ferrari...
-Fue una generación con muchísimos problemas. Era ya un periodo diferente al nuestro, sin ninguna duda.
-Usted, en 1997, en un test dio un nivel alto de hematocrito. ¿Qué pasó? ¿Cree que en este deporte se moraliza el pasado con cartas nuevas?
-Mira, esto es un error. Vivir del pasado, sobre todo de esto, no es nada bonito. Hay que pensar en el hoy, en el futuro. El pasado nos enseña que es historia, pero no hay que ensuciarlo. Todo es historia y experiencia, y eso, en lugar de repudiarlo, tiene que servir para mejorar o corregir si hubo algún error. Hoy hemos mejorado mucho en todo esto, y en parte también gracias a la tecnología. Los ciclistas están muy controlados, más que en casi ningún otro deporte. Esto no se subraya.
-¿Por qué?
-Porque vivimos en un mundo de ruido, donde hay caos y malinterpretaciones. Si un ciclista da positivo parece un drogado, mientras que si sucede en otro deporte pasa desapercibido.
-En el fútbol ha pasado.
-No sólo ahí. También en otros deportes. El futbolista casi es idolatrado, pero al ciclista se le juzga de forma despiadada. Este es el mundo de hoy, que protege el fútbol por encima de cualquier otro deporte.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete