Pau Gasol: «De lo que me siento más orgulloso es de ser como soy»

Ahora, ese amor que ha puesto sobre la cancha está a punto de serle devuelto. El suyo es un legado deportivo, pero también de amabilidad, consideración, clase y elegancia. Un hombre que no olvida a su difunto compañero Kobe Bryant ni a su familia, con la que sigue manteniendo una relación de cercanía y a la que ha invitado a la retirada de su camiseta. Su noche será también una celebración para la familia Bryant. Kobe siempre quiso a Pau. El mítico jugador no se escondía al hablar del español: «No puedes detenerlo. No puedes defenderlo».

La grandeza de Gasol está también en su entrega: embajador de UNICEF, miembro del Comité Olímpico Internacional, presidente de una fundación para niños que lleva su apellido... un gigante dentro y fuera de la cancha.

—Vuelve a marcar otro hito histórico al ver retirado su número por parte de los Lakers, ¿qué significa para usted este homenaje? 

—Es un honor enorme. Un reconocimiento increíble que me cuesta procesar, pero a la vez estoy tremendamente agradecido con la suerte y la humildad de seguir haciendo historia. Quiero seguir haciendo cosas especiales y quiero tener la fortuna de poder compartirlas con la afición, con mi familia, con amigos y con mi país. Lo estoy disfrutando, pero no me detengo demasiado a pensar en todo lo que está sucediendo. Poco a poco, espero poder asimilarlo y saborearlo, porque estos momentos son especiales.

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—Cinco Juegos Olímpicos –dos medallas de plata, una de bronce–, dos anillos, la retirada de su número... ¿de qué se siente más orgulloso?

—Yo creo que al final me siento más orgulloso de ser como soy. De ser fiel a los pilares que siempre he tenido como persona, a mis valores y principios. Yo he tenido la suerte de dedicarme a algo que he amado desde niño, que es jugar al baloncesto, y que eso haya trascendido de una manera tan grande y haber podido vivir cosas tan especiales es magnífico. De todo eso me siento orgulloso, pero también del cómo. Del cómo lo he podido hacer y de cómo lo sigo haciendo.

—El concepto de ayudar a devolver parte de lo vivido es muy americano y usted está entregado a muchas causas. Viviendo en Estados Unidos y trabajando para la NBA, ¿se siente en parte americano?

—Sí, de cierta manera, sí. Yo he tenido la suerte de vivir aquí gran parte de mi vida, desde los 21 años que llegué hasta ahora, que tengo 42. Es la mitad de mi vida. He aprendido muchas cosas aquí. He podido ver lo bueno que aporta la cultura americana, y también por supuesto las cosas malas. De todo se aprende y a mí Estados Unidos me ha dado una doble oportunidad. Primero, cumplir un sueño y jugar en la mejor liga del mundo. Además de tener una carrera maravillosa y envidiable de la cual estoy orgulloso. Luego, he podido aprender y conocer a mucha gente, como mi mujer, que es también americana.

—Hay muchos jóvenes que sueñan con jugar en la NBA, ¿cuál sería el mejor camino para ellos? ¿qué les diría?

—Que persigan su sueño. Al final, para conseguir sueños lo importante es trabajar mucho. Hay que dedicarse al cien por cien. Hay que tener una convicción grande y una confianza en uno mismo, sobre todo cuando hay momentos de duda o cuando hay gente que no confía o te dice que tú no vales. Esos momentos sirven de motivación, de fuerza, de empuje, de decir bueno, pues vamos.

—En un día tan importante para usted, ¿cómo estará presente su amigo Kobe Bryant?

—Estará muy presente porque soy parte de él. También estará su familia. Los Lakers son su casa. En cada paso del camino, él está en mi mente, en mi corazón junto con Gigi. Y él va a estar durante la ceremonia ahí conmigo, como lo está siempre. A su lado crecí como jugador, jugué a un nivel superior gracias a él. Obviamente, Phil Jackson, el resto de los compañeros de equipo, el resto del personal y yo tuvimos que aportar algo, pero su liderazgo, su ejemplo, su enfoque, elevaron mi juego, me hizo un mejor jugador. Mi nombre y mi número no serían lo mismo sin Kobe Bryant.

—¿Qué le motiva como ser humano?

—Me motivan muchas cosas. Viniendo de una familia de médicos, observo que es importante ayudar a la humanidad y estar presente para apoyar en cualquier situación. Tengo la gran oportunidad de que el baloncesto sea un deporte de impacto a nivel mundial, por lo que se abren muchas puertas para poder ayudar. Mi carrera me ha dado la oportunidad de ayudar a los más desfavorecidos y quiero aprovechar cualquier iniciativa para seguir haciéndolo. Es algo que me hace feliz, y agradezco a la vida poder hacerlo.