Así lo han trasladado fuentes del partido una vez que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, haya expresado su negativa al veto planteado por los morados al equipo hebreo. Además, el ministro ha exigido a la agrupación que deje el deporte al margen de la política.
Para Podemos, las palabras de Albares son «una prueba más de la inacción del Gobierno español» ante el genocidio e incurren en «un evidente doble rasero», ya que fue el propio ministro de Exteriores quien promovió, por ejemplo, la exclusión de deportistas rusos de diversas competiciones tras el inicio de la invasión de Ucrania.
Podemos ha vuelto a exigir al Gobierno «que corte toda relación diplomática y comercial» con Israel, incluyendo un embargo total de armas y la prohibición de que España sirva como puerto de tránsito para el armamento que se emplea en el genocidio.
El Maccabi de Tel Aviv, uno de los equipos más importantes de Europa, seis veces campeón continental, lleva afincado en Belgrado, Serbia, desde el estallido del conflicto entre Hamas e Israel. Juega sus partidos a puerta cerrada debido a problemas de seguridad y, cuando viaja, las autoridades crean amplios dispositivos para la seguridad del conjunto hebreo.
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