La nueva generación derriba la puerta

Los Dallas Mavericks, tras un verano movido y con la llegada de Jason Kidd al banquillo, han dado un paso adelante en sus aspiraciones y, pese a ser un equipo de especialistas, sin mucho quilate, son quintos de la conferencia oeste. Ayer vencieron a los Golden State Warriors (113-122) por segunda vez en tres días y volvió a ser Luka Doncic el guía de los tejanos . El esloveno se fue hasta los 41 puntos , 19 de ellos en el primer cuarto, y volvió a dar la sensación de ser ese jugador indefendible, autoritario en todas las facetas del juego, desde la asistentente (9) hasta la reboteadora (10).

Su rival y amigo Trae Young, pese a que no goza de una temporada tan alegre con sus Atlanta Hawks (décimos en la conferencia este), volvió a demostrar anoche lo inalcanzable que es su talento para la defensa rival. El base sumó 39 puntos y 13 asistencias para tumbar a los renacidos Chicago Bulls (124-130), uno de los equipos más en forma de la NBA, terceros en el este. Young culebreó a destajo por la zona y fue todo un francotirador desde la línea de tres, siete aciertos de nueve intentos.

Por último, el Garden de Boston, con su perenne parquet, vivió un partido épico entre los Celtics y los Memphis Grizzlies, la gran sorpresa de la temporada. Épico porque se batieron en duelo dos purasangres, Jayson Tatum y Ja Morant. El primero alcanzó la cifra de los 37 puntos y el segundo, con su sobrenatural atletismo, 38. Un intercambio de canastas brillante que finalmente se llevaron los verdes (107-120).

El cambio generacional que proponen estas cuatro estrellas no solo se percibe por sensaciones, también en lo estadístico. Todos ellos están entre los diez máximos anotadores de la liga : Young es cuarto (28,1), Doncic sexto (27,8), Morant séptimo (27,8) y Tatum noveno (26). Entre tanto mozo solo LeBron James (28.8) y Stephen Curry (25,7), dominadores indiscutibles de la última década, mantienen el pulso a una cuenta atrás inevitable.