La Audiencia Nacional abre causa contra Rubiales por agresión sexual y coacciones y reclama los vídeos del beso a Jenni Hermoso

En un auto firmado este lunes, el instructor toma como primera medida oficiar a la Policía Judicial para que recabe los vídeos «que recojan el momento desde todos los ángulos en que el querellado besa a la denunciante; pero también los minutos inmediatamente anteriores y posteriores al hecho, relativos a la celebración del triunfo de la Selección de Fútbol Femenino» el pasado 20 de agosto en Sídney.

Asimismo, solicita que se recaben de varios medios de comunicación el resto de vídeos publicados, tanto el de la celebración en el vestuario donde se escucha a Hermoso decir que no le había gustado el gesto de Rubiales como los grabados en el autobús de la selección tras el partido y los grabados por espectadores que ofrecen imágenes con «los momentos del beso y cualesquiera otros relacionados con estos hechos».

La resolución ordena que se traslade a Rubiales la querella por la presunta comisión de un delito de agresión sexual y un delito de coacciones para su «pleno conocimiento de los hechos imputados y efectivo ejercicio del derecho de defensa con todas las garantías». Es a partir de ahora cuando él designa abogado y procurador y accede a lo que vaya generando el procedimiento.

La admisión a trámite de la querella, además, implica que ahora los ojos están puestos en el Tribunal Administrativo del Deporte, cuyo expediente sancionador a Luis Rubiales, incoado por dos faltas graves relacionadas con abuso de autoridad (el beso) y falta de decoro en un evento deportivo (el resto de conductas que desplegó en la final) podría quedar en suspenso en tanto se dirime la vía penal.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional interpuso el pasado viernes una querella contra el entonces presidente suspendido de la RFEF tras haber recibido en declaración a Jenni Hermoso, quien expresó su deseo de seguir adelante con la vía penal tras subrayar que el beso que él le propinó sujetándole la cabeza durante la entrega de trofeos del Mundial de Fútbol no fue consentido.

Explicó además la presión que había sufrido tanto ella como sus familiares y allegados para que saliese a la palestra a justificar la actuación de Rubiales, conductas de las que ella le responsabiliza directamente y que para la Fiscalía, pueden ser constitutivas de un ilícito de coacciones.