La soledad de Rodrigo de Paul en el derbi

Simeone afrontó la cita con la mejor plantilla desde que llegara al club hace una década, aunque las bajas de Savic, Giménez y Vrsaljko condicionaron la construcción del muro de Oblak en el Bernabéu. Un Atlético campeón reforzado en verano con futbolistas de talla mundial como Griezmann, Cunha y Rodrigo de Paul , pulmón rojiblanco y por el que anoche, en su estreno en un derbi madrileño, pasaban muchas de las opciones del Atlético para intentar desactivar la sala de máquinas dirigida por Casemiro, Kroos y Modric en el centro del campo del líder. Para puntuar ante el Real Madrid era obligado desconectar a los tres pretorianos de Ancelotti, labor en la que el todocampista argentino, con la ayuda de Koke, debía cobrar protagonismo. Asumió el rol de ser el perro de presa, pero sin gran ayuda, uno de los males que se viene repitiendo a lo largo de la Liga en la medular colchonera. En esas condiciones, el rival vivió cómodo y sin grandes sobresaltos a lo largo de la noche. El ex del Udinese presionó, peleó y se multiplicó durante todo el primer tiempo, pero fue el único que tuvo intención de morder. Carrasco , sustituido en el descanso, y Correa no llegaron ni a enseñar los colmillos. Koke, incómodo e impreciso, tampoco estuvo fino y una mala entrega suya interceptada por Casemiro provocó que los colchoneros tuvieran que remar en contra del marcador desde el primer cuarto de hora. El fallo del canterano dio origen a una aparición por sorpresa de Vinicius por la derecha del ataque blanco que culminó con una asistencia que acabó en el gol de Benzema . La batalla en el centro del campo, en la que De Paul duró 70 minutos, desequilibró el partido del lado local y Modric se exhibió una vez más.

El Atlético volvió a mostrarse como un equipo indescifrable al que siempre parece faltarle dar ese paso decisivo al frente para buscar los puntos. Lo intentó con la entrada de Joao Félix tras el descanso, pero el error de Felipe en el inicio del tanto de Asensio frustró la posibilidad de reacción en un partido en el que Cunha , en su segunda titularidad, fue de lo más destacado en el bando visitante. Puso entrega, ganas y movilidad, pero no ofreció lo que se espera de él, los goles. Tampoco Griezmann, autor del tanto en la última victoria rojiblanca en un derbi (2015-16).Un lanzamiento de falta que obligó a volar a Courtois fue el único fogonazo del francés, que fue sustituido en el intermedio de un duelo en el que el sueño atlético de repetir título comenzó su hundimiento.