El Atlético mantiene el pulso

Ganar al Atlético cuando salta al campo como visitante se ha convertido en un imposible. Agujerear su defensa cuesta un mundo a los rivales y cuando lo consiguen aparece ese muro esloveno llamado Oblak. El Betis lo intentó con fe, apretó en el primer acto y llegó a encerrar a los madrileños en su campo, pero no fue tampoco el equipo capaz de romper la inercia y los rojiblancos cumplieron un año sin perder en la Liga lejos de su estadio. A los andaluces les faltó la efectividad que sí exhibió el conjunto de Simeone en su primer acercamiento a portería. Saúl no perdonó a la media hora y abrió el camino de un triunfo sufrido. El técnico argentino continúa engordando las estadísticas de un club que también vive su mejor racha histórica sin derrotas en el campeonato. Después del paso por Sevilla ya son 19 encuentros consecutivos (15 esta temporada y los cuatro finales de la anterior).

Antoine Griezmann se perdió su primer partido por lesión desde que viste de rojiblanco. Simeone optó por juntar de inicio a Gameiro y Correa para atacar la defensa de un Betis que, después de las últimas decepciones, comenzó siendo mirado con lupa por una afición que recibió a los suyos con una pitada en el calentamiento. A base de empuje y buenas combinaciones, los andaluces no tardaron en reconciliarse con la grada. La intensidad de Boudebouz en los dos primeros minutos, con una fea plancha a Gabi y autor del primer disparo a puerta del partido, fue el reflejo del espíritu verdiblanco.

Con Vrsaljko recuperado, Simeone apostó por el croata , un lateral natural, para intentar contrarrestar la velocidad de Tello y devolvió a Thomas a la medular para ganar músculo. El defensa sufrió mucho ante el extremo y también con las incorporaciones de Durmisi, pero resultó clave en la jugada que desatascó a un Atlético que vivió agazapado en la primera media hora y desconectado ofensivamente. La pareja Gameiro-Correa no inquietó a la zaga local y fue Saúl el que sorprendió al ejercer de goleador en una de sus habituales llegadas al área en carrera. En el segundo palo, el canterano enganchó un perfecto pase de Vrsaljko desde la banda. Un tanto que enfrió al Betis y dio un nuevo aire a los de Simeone. Correa, solo un minuto después, perdonó el 0-2. Las ganas del Betis se estrellaron ante el entramado defensivo visitante y el conjunto de Quique Setién se marchó al descanso con la misión de intentar la remontada.

El Betis no se arrugó ni le entraron dudas por el marcador y en la segunda parte salió con decisión a por la igualada. Pero el Atlético es un conjunto que se siente cómodo arropado en su campo y apenas concedió ocasiones. La presión provocó dificultades en la circulación de balón de sus rivales, aunque a los rojiblancos también le costó encontrar vías para plantarse en el área de un Adán que en muchas fases del duelo se convirtió en un espectador más.

El que no perdió la concentración fue Oblak, decisivo a la hora de juego en un espectacular vuelo para responder a un lanzamiento de Tello que buscaba la escuadra. El esloveno, una tarde más, volvió a salvar a un Atlético que apostó por conservar el 0-1 a la espera de un zarpazo. El aviso de la estrategia fue la entrada de Giménez por Correa para ayudar a Vrsaljko a contener a Tello.

Setién hizo debutar a Julio García , un centrocampista canterano de 19 años, en busca de nuevas ideas en la creación, pero su rival mantuvo la firmeza y acabó aprovechándose de la ansiedad sevillana. Los rojiblancos apenas sufrieron en el tramo final, en el que el local Aitor Ruibal también se estrenó en Primera división, y acabaron cerrando un año sin derrotas como visitantes y prolongaron su mejor racha histórica sin perder en la Liga: ya son 19 partidos. Este domingo, una vez más, gracias a su efectividad más que a la brillantez de su fútbol.