Atletismo / Maratón de Berlín
Assefa revienta todos los límites con las zapatillas mágicas
La atleta etíope tritura el récord mundial femenino de maratón por más de dos minutos. El keniata Kipchoge reina en Berlín por quinta vez
El extraterrestre con superzapatillas que bajó de las dos horas en el maratón
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Iniciar sesiónVuelve la polémica de las zapatillas. Las placas de carbono, que fueron insertadas en las zapatillas de atletismo por vez primera en 2017, se convirtieron ayer en las grandes protagonistas del Maratón de Berlín, una cita que siempre ofrece grandes cronos por el excelente ... perfil de su circuito. La carrera de 2023 ha registrado un récord impensable, una marca demencial, que pone de relieve el sensacional impacto de las zapatillas-muelle. La etíope Tigist Assefa, de 26 años, exmediofondista, detuvo el cronómetro en 2h11:53 y destrozó por más de dos minutos el récord anterior (2h14:04), que pertenecía a la keniana Kosgei desde 2019.
Assefa tomaba parte en su tercer maratón. El primero lo corrió hace año y medio en Arabia Saudí y su trono (2h34) pasó desapercibido. Seis meses después, también en Berlín, causó impacto con una victoria inesperada y una mejora monumental al cruzar la meta en 2h15:37. Pero lo que ha conseguido este año se sale de la lógica.
Assefa se calzó el último modelo de zapatillas, las Adizero Adios Pro Evo 1s, un prototipo que sale a la venta este martes por un precio de 450 euros, y que anuncia una capacidad jamás conocida. Un equilibrio perfecto entre la rigidez de la fibra de carbono y la máxima ligereza posible. Una posibilidad de rebote en el asfalto que enoja a muchos puristas del atletismo. El eterno debate entre los avances tecnológicos y la imposibilidad de comparar registros de atletas de épocas diferentes. Ya sucedió en su día con las pértigas de fibra de carbono y de vidrio.
En cualquier caso, aparte la revolución del carbono, Assefa está demostrando ser una atleta de un talento impresionante. Ya mostró sus cualidades con 17 años cuando corrió los 800 metros en 1:59. A partir de ese momento comenzó a gestarse su evolución hasta convertirla en una maratoniana.
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Duplantis se acerca más al cielo
Javier Asprón
La nueva plusmarquista mundial contó con unas condiciones excelentes para su récord. La temperatura era de 13 grados y la ayuda de las liebres fue total. Contó con un atleta que le sirvió de parapeto y le marcó el ritmo durante toda la carrera. Quedó ya sin rivales en el kilómetro 16 y voló en la segunda mitad de la prueba. Su primera media maratón fue de 1h06:20 y la segunda la completó en 1h05:33.
Debate por el calzado
Antonio Serrano, uno de los sabios del maratón en España, entrenador y exmaratoniano, se muestra a favor de los avances en las zapatillas. «Esto no se puede parar. Y no son sólo las zapatillas lo que está progresando. Es todo, la ciencia del entrenamiento, la detección de talentos en África, la preparación en altitud… Es una mezcla de todos estos factores lo que está haciendo posible que se batan estos récords. Y a mí me parece bien».
Arturo Casado, campeón de Europa de 1.500 metros y actualmente profesor de Ciencias del Deporte en la Universidad Rey Juan Carlos, no es tan partidario de las nuevas zapatillas. «Yo soy un purista, creo que la carrera a pie es una actividad natural y no requiere tecnologías extra. Estas placas impulsan y amortiguan. Además, generan lesiones que antes no veíamos porque se levanta más el talón y esto debilita. Realmente esta revolución ya la comenzaron de forma secreta, ilegal, Kipchoge y Rupp en los Juegos de Río, en 2016».
El mejor de todos
Eliud Kipchoge también ganó … pero su victoria pasó a un segundo plano. El bicampeón olímpico arrancó con fe, con ganas de batir un nuevo récord mundial. Sus primeros parciales (14:12 y 28:26) apuntaban a un ritmo de dos horas justas, la gran muralla, la obsesión de los dioses del maratón. El keniano, que ayer logró su quinto triunfo en Berlín, cruzó la media maratón en 1h00:22, una marca que prometía rebajar su propio récord mundial de 2h01:09, logrado el pasado año en el mismo recorrido. A su lado marchaba el etíope Kindie.
En el kilómetro 31, Kipchoge aceleró el ritmo y descolgó a su compañero de fuga. De hecho Kindie se detuvo del todo un minuto después. Quedaba solo el gran jefe del maratón, uno de los más grandes atletas de todos los tiempos. Pero las fuerzas le fallaron al final. Su segunda media maratón fue mucho más lenta que la primera y cruzó la meta con la Puerta de Brandenburgo al fondo en 2h02:42. Su quinta victoria en Berlín y su última prueba antes de intentar en París lo que nadie ha logrado jamás. Un tercer oro olímpico en maratón.
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