El viento hace estragos en Augusta

Su principal rival desde hoy será Rory McIlroy (-3) , que parte con un golpe más que el norteamericano. El norirlandés fue uno de los tres privilegiados que pudo bajar el par del campo, lo que le valió un gran salto en la clasificación y la posibilidad de ganar el único grande que le falta para completar el «Grand Slam» . Tendrá a su lado a su amigo Jordan y el duelo promete ser de los que hacen afición, sobre todo porque se anuncia que Eolo también volverá a hacer de las suyas.

Llama la atención que los otros cinco jugadores que están en números rojos en la clasificación no pertenezcan a la nómina de favoritos. Danny Lee y Scott Pierce (-2) y Brad Snedeker, Soren Kjeldsen y Haruki Matsuyama (-1) lucharon como jabatos para terminar en la zona de privilegio, aunque oscurecidos por el fulgor de las estrellas que tienen por delante. Al par, con más opciones de cara al domingo, se encuentran Shane Lowry, Dustin Johnson o Sergio García , aunque en una prueba tan loca como esta no se pueden hacer pronósticos. Precisamente el castellonense vivió en sus carnes la dureza de las condiciones del campo, con dos «bogeys» en los dos hoyos finales que le estropearon la tarjeta. Llegó a ser segundo y acabó octavo, pero mantiene sus opciones a cuatro golpes de la cabeza.

Quien terminó con mejor sabor de boca, pese a estar más alejado en la tabla (puesto 33) fue Rafa Cabrera . El canario acabó con tres sobre par después de una ardua lucha contra el campo; mejoró su cartulina inicial y fue capaz de superar el corte con holgura. A partir de ahora, sin ninguna presión adicional, llegará el momento de disfrutar para el de Bandama .