La vieja Europa parte de cero

Especialmente dramático fue el batacazo de los británicos, que partían como favoritos en su campeonato y no fueron capaces de superar la primera ronda . Eso no había sucedido nunca antes y, tratándose además de los inventores de este deporte, las consecuencias no se hicieron esperar. Conscientes de que debían tomar una decisión dolorosa, buscaron en el exterior lo que no pudieron encontrar en su casa: un entrenador capaz de motivar a los del XV de la Rosa .

Después de la dimisión de Stuart Lancaster , que en tres años al mando no pudo formar un bloque ganador, por primera vez el elegido fue un extranjero: el australiano Eddie Jones . A sus 55 años había dirigido ya los equipos nacionales de Australia y Japón, y precisamente con los nipones protagonizó la sorpresa del último campeonato universal: se impusieron a Sudáfrica en la primera fase de grupos. Luego, la llamada de los ingleses le pilló por sorpresa, pero ahora, ya asentado en Londres, tiene claro que quiere « construir un equipo que refleje el talento que existe en el rugby en este país . Me siento un privilegiado», comentó.

La primera piedra de toque para demostrar su maestría la tendrá esta tarde en Murrayfield en la visita que rendirán a los escoceses , los únicos no dañados por el Mundial, pues partían de un nivel muy bajo. La baja por sanción de Ashton hará modificar los planes renovadores ingleses y su planteamiento será más bien conservador. Está en disputa, además, la Copa Calcuta, «y no es momento para experimentos», concluye Jones. Vunipola, Farrell y Joseph serán sus hombres clave.

Si la hecatombe otoñal inglesa fue inesperada, la de sus eternos rivales galos estaba más que cantada. Llevan años sumidos en una crisis sin final y, en su caso, han buscado la solución en su propio campeonato. El nuevo responsable de «Les Bleus», Guy Noves, es un experto entrenador (ha ganado diez títulos nacionales y cuatro europeos con Toulouse) y quiere devolver la alegría a los otrora famosos representantes del «rugby champán». Para ello, este técnico de 62 años ha renovado la plantilla y convocado a ocho debutantes en lo que espera que sirva para «sembrar las bases para el futuro y lograr que los aficionados vuelvan a los estadios».

Los posibles éxitos del XV del Gallo pasan por Fofana y Vakatawa , llamados a ser sus nuevas estrellas, que tendrán ocasión de demostrarlo esta tarde ante el rival más flojo del torneo, Italia. Este amable comienzo les puede dar alas a los franceses para su recuperación; por lo que se refiere a los transalpinos, que afrontan la última campaña de Jacques Brunel en su escuadra, aspiran a seguir con la inacabable etapa de adquisición de experiencia en la elite. Vuelven a ser el rival más débil del sexteto y sus diez novatos no les auguran una travesía muy venturosa en esta edición. La Copa Garibaldi dirimirá al mejor de los latinos en este partido.

Las selecciones dominadoras de las últimas cuatro ediciones, Irlanda y Gales, sólo quieren pensar en el Seis Naciones . Y con razón, dado que han ganado dos ediciones consecutivas cada una. Los verdes están muy esperanzados con el poderío de Murray y Sexton y su bloque más que compacto. El neozelandés Joe Schmidt quiere hacer historia con su tercer título en otros tantos años al frente de los del Trébol.

También llegan bien de moral los galeses , conscientes de su dureza defensiva. En el último Mundial sólo permitieron tres ensayos y lo que ahora busca Warren Gatland es aumentar un poco la mordiente ofensiva.