Samuel Sánchez, rey de la montaña

El español partía con dos puntos de desventaja respecto a Vanendert. Pero el verdadero rival era Andy Schleck , que se marchó con Alberto Contador a las primeras de cambio. El luxemburgués, de hecho, se puso líder virtual tras coronar el Télégraphe y el Galibier.

Con la escapada, el maillot parecía decidido a favor del Schleck, que el sábado se jugará la victoria final contra Cadel Evans, hasta que la carrera llegó a los pies de Alpe D'Huez . 21 curvas por delante que iban a decidir el maillot de la montaña. El coloso, el último de la edición de este Tour, los valía.

A ocho kilómetros del final saltó Peter Velits. «Samu» se marchó detrás. Subió a ritmo hasta Pierre Rolland, el escudero que había dejado atrás el «lastre» de Voeckler, y juntos fueron a la caza de Contador, que iba en cabeza.

El francés, que iba con buenas piernas, se agazapó detrás del Euskaltel hasta que llegaron a la altura del corredor de Pinto. Entonces pasó al ataque. Se descolgó del tándem español y fue directo a la victoria. «Samu» unas rampas después dejaba atrás a su amigo Alberto . No lograría la etapa, pero coronar en segunda posición le iba a asegurar el maillot de la montaña. Broche de oro tras la victoria en Luz Ardiden.

Samuel toma así el relevo a una larga tradición que se remonta a Vicente Trueba , «la pulga de Torrelavega». El cántabro fue el mejor escalador en la edición de 1933, la primera que premió a los ciclistas que no temen a las rampas de los Alpes o Pirineos. No pudo, en cambio, vestir el maillot de lunares, que no llegaría hasta 1975.

Antes otro histórico ciclista español, Bahamontes, ya había sido el mejor en las montañas durante seis ediciones. Todo un hito que solo ha podido superar Richard Virenque . A pesar de los nombres, de las gestas y de las victorias, el ciclismo español había dejado el colorido maillot en el olvido. El último en vestirlo en París fue Domingo Perurena, en la edición de 1974.

Demasiados años. Y demasiados desengaños en un maillot golpeado -como el del líder- por la realidad de un dopaje que dejó desierto el premio en 2009 (Pellizotti) y 2008 (Kohl). En esta última Carlos Sastre quedó segundo, pero la organización jamás atribuyó el maillot al madrileño. Nadie podrá quitarle ya el jersey a Samuel Sánchez , que subirá al podio en París como el rey de la montaña.