Lucas Eguibar: «España ya es respetada en snowboard»

«Esta temporada no empecé mal con un quinto puesto. Pero luego los resultados seguían así. Estaba entre los diez primeros, pero sin subir. En Rusia sí luché por el podio, pero un italiano me empujó. Fui bronce, pero la espina todavía se clavó un poco más», comenta Eguibar para ABC, despistado aún con el tiempo porque lleva tres semanas viajando sin parar. «Y tengo unas ganas de llegar a casa...». Sin embargo, solo se permitirá hoy para relajarse con la familia. La próxima semana finaliza la Copa del Mundo en Baqueira Beret. Una oportunidad perfecta para subirse al podio delante de sus amigos que nunca lo han visto competir en vivo. «No habrá más tensión. La presión te hace cometer errores y no competir al cien por cien. Quiero hacer lo de siempre: disfrutar y hacer disfrutar a los que me vean», asegura.

Enamorado del deporte, quería ser el mejor en algo. Nada lo aparta de ese camino competitivo. Ni en vacaciones, siempre en el mar, que aprovecha para hacer surf. Comenzó en esquí alpino, y cuando vio que no tendría más recorrido probó el rugby . Tampoco se le dio mal. «Competí tres años y fui elegido para jugar en la selección de Euskadi». Luego se cruzó el snow. Y lo apostó todo. Sin referencias ni pistas cercanas en las que entrenarse. Su Copa del Mundo de 2015, primera en la historia, lo une a otros pioneros como Javier Fernández o Queralt Castellet que conquista triunfos para España casi de la nada en deportes emergentes. Como está haciendo Eguibar por llevar el snow y su carrera a lo más alto. «Estamos logrando mucho más que un nombre. El equipo español comienza a ser respetado. En Rusia, todos los aficionados se hacían fotos con los que parecían mejores por las marcas que llevaban. Después de la competición, vinieron a por nosotros. Ya contamos».

El Globo de Cristal de 2015 fue un trampolín para todos: el snow comenzó a ser televisado y Eguibar maduró todavía más . «Llegaron más marcas, y he aprendido a ser mucho más constante. Siempre tengo la cabeza fría en la carrera. Si hay lucha, elijo no ser agresivo y atacar después porque porque cualquier roce con un compañero te puede llevar al suelo». Por eso prefiere las carreras largas, de desgaste físico, en las que aguanta mejor que muchos. Es uno de los mejor preparados del circuito: si no hay nieve, hay gimnasio «de lunes a domingo, mañana y tarde, incluso festivos».

En Baqueira luchará por la medalla y por mantener sus aspiraciones. Para eso quiere que la última carrera del año sea como la pasada: «mental y físicamente perfecta». «Para 2017, si peleo por las medallas en la Copa del Mundo y en el Mundial tendré más cerca la clasificación para los Juegos. Sé que puedo estar delante en las tres. Estoy preparado y mi cuerpo va a más ».