Fútbol sala
El lío de un playoff con o sin Ricardinho
Los clubes pueden verse en la tesitura de no llegar preparados o bien de no poder contar con algunas estrellas
Ricardinho, en el último partido que ha jugado hasta la fecha
El fútbol sala no es un deporte profesional . Al menos así está definido pese a que la gran mayoría de sus protagonistas, jugadores y técnicos, lo son. Y como tal, está aún a la espera de conocer cómo resolver esta atípica campaña golpeada ... de lleno por el coronavirus . La Real Federación Española de Fútbol, que gestiona la competición de élite desde el pasado 16 de octubre, cuando apartó a la Liga Nacional de Fútbol Sala argumentando la inexistencia de un convenio entre ambas, ha decidido llevar a término las competiciones a través de un playoff exprés . Sin embargo esta solución está en el aire, pendiente de las medidas de desescalada de Sanidad, y además de incertidumbre puede provocar injusticias cuando toque volver a competir.
En una circular informativa que hizo pública el martes, la RFEF fijó un calendario para la vuelta a los entrenamientos, con fases que dependerán de la evolución del estado de alarma, y avanzó las posibles fechas para la disputa de esos playoffs . En fútbol sala «se intentaría que se pudieran jugar en la segunda y tercera semana de julio ». Sin embargo, la nota dice que «excepcionalmente se estudiaría la posibilidad de realizar la fase final de la competición de Primera División a finales de junio, del 23 al 30 , siempre que las autoridades deportivas y sanitarias no lo prohibieran».
La federación relaciona este posible adelanto de fechas a «las especiales circunstancias que se producen», lo que ha traducido a este periódico como el hecho de que varios clubes de la máxima categoría ya han reanudado de alguna forma el trabajo. Sin embargo, detrás estaría también el problema de muchos clubes implicados con los contratos de algunos jugadores , con fecha de finalización ese mismo 30 de junio, lo que podría mermar varias plantillas, alterándose de esta forma la competición.
Uno de los equipos más afectados si se jugase en julio sería el que ocupaba la primera plaza de la clasificación cuando la liga se detuvo forzosamente por las medidas contra la Covid-19: el Movistar Inter . Son varios los jugadores del club madrileño que ya han anunciado que no seguirán la próxima temporada, casi todos con contrato ya firmado para cambiar de destino. Y no son precisamente los menos relevantes para el funcionamiento del equipo. En este escenario Tino Pérez no podría contar entre otros con el mago portugués Ricardinho, seis veces elegido mejor jugador del mundo, o con el capitán de la selección española Carlos Ortiz . Para ellos, que han apostado por un ambicioso proyecto en París, supondría un triste adiós a la liga, al no poder despedirse desde el parqué, pero para el Inter y para la liga sería un varapalo. El equipo bajaría varios escalones en competitividad mientras que la competición española, que desde que el luso anunció su marcha tiembla con la era post-Ricardinho, perdería empaque.
El director general de ElPozo Murcia, Fran Serrejón , reconoce que cuando paró la liga «el club ya analizó con los jugadores todas las posibilidades, incluída la de perder las vacaciones de julio», el mes en el que ve «más viable» jugar pese al problema de los contratos. Explica el exjugador que «con la implicación de todos los clubes podría solucionarse» , retrasando la ejecución de los traspasos ya firmados. «En algunos casos saldríamos beneficiados, reteniendo a jugadores que ya no serían nuestros, y en otros perdiendo». Un remedio que se antoja más complicado para los movimientos con equipos extranjeros , como en el caso del Inter y los jugadores que se marchan al megaproyecto parisino, pues no parece probable que en la capital gala quieran arriesgarse a una posible lesión de sus grandes inversiones.
De ahí la solución de las fechas de junio, pero como sucede con la manta que, o te tapa los pies o te tapa la cabeza, jugar dentro de apenas un mes supondría otro problema importante como es el de llegar al playoff con una preparación muy justa. Además, en este aspecto algunos equipos han tomado ventaja sobre el resto por haber podido empezar a trabajar antes, pues de los ocho clasificados ni la mitad han podido todavía a entrenar juntos.
En resumen, como en el chiste, «susto o muerte», y sin olvidar una tercera opción: que la pandemia acabe obligando a dejar todo tal y como está .