atletismo
La sombra del dopaje empaña de nuevo el atletismo español
Las acusaciones contra Ángel Mullera han reabierto los fantasmas de la Operación Galgo
abc
El diario AS acusó al atleta de ingerir EPO para para mejorar su rendimiento de cara a la cita olímpica. El representante del atleta, Alberto Suárez, desmintió a ABC que Mullera se hubiese puesto en contacto con profesionales para esquivar el positivo en los controles antidopajes, tal y como informaba el diario deportivo.
Con los Juegos a la vuelta de la esquina y la sonada Operación Galgo enterrada, el dopaje vuelve a relacionarse con el nombre de un español. Marta Domínguez, campeona mundial de 3.000 metros obstáculos en 2009, ha sido la cara de una persecución a las irregularidades en el atletismo nacional . El 9 de diciembre de 2010 la palentina fue detenida tras una redada de la Guardia Civil.
Otros de los detenidos fueron: los atletas Alberto García y José Alonso Valero; el médico Eufemiano Fuentes; César Pérez, entrenador de la palentina; y Manuel Pascua, uno de los entrenadores más importantes de España.
Entonces comenzó la pesadilla de Domínguez y tantos otros, que vieron sus caras cada mañana en los periódicos en los que antes solo aparecían laureados. La polémica del dopaje hasta entonces se había reservado al ciclismo. La Operación Galgo fue un antes y un después para el atletismo español.
Los deportistas no se quedaron callados al ver cómo día a día se cuestionaba la profesionalidad de todo el colectivo, como suele pasar en estos casos. El velocista Ángel David Rodríguez y el maratoniano Pablo Villalobos impulsaron a través de Facebook lo que se convertiría en un manifiesto firmado por 61 atletas. El escrito fue divulgado por la Federación Española de Atletismo.
El manifiesto de los atletas
«Apoyamos con total determinación el proceso judicial iniciado, nos parece el camino correcto hacia la erradicación total del dopaje en el deporte español. Hasta la fecha, los sistemas de detección de sustancias prohibidas no han proporcionado los resultados deseados de prevención», arrancaba el escrito.
«Los tramposos han disfrutado de una impunidad desesperante para el resto de los deportistas, que se veían condenados a competir en inferioridad de condiciones , por el mero hecho de respetar las normas», explicaron. Los 61 atletas que firmaron el comunicado mostraron su deseo de que se lleguase al final del proceso y «se depuran todas las responsabilidades».
Y el final llegó. La mejor atleta española de todos los tiempos sonrió cuando la justicia la declaró inocente de los cargos de dopaje, venta ilegal de sustancias y suministro de fármacos sin recetas.
Sergio Sánchez estalla
El atleta español Sergio Sánchez no dudó en criticar el «caso Bezabeh» y aludió a una estrecha relación entre política y deporte en la que Jaime Lissavetzky salía el peor parado. El deportista mostró su disconformidad con la absolución de Alemayehu Bezabeh , detenido el 9 de diciembre de 2010 cuando viajaba a una supuesta cita para practicarse una transfusión de sangre. La resolución desveló que no existían pruebas suficientes para culpar al atleta.
Sánchez aseguró que sentía «vergüenza de vestir la camiseta española» tras la decisión de absolver a Bezabeh , a la vez que cargó la responsabilidad en el exsecretario de Estado para el Deporte, Lissavetzky, y en la propia Federación. Este organismo, como réplica, le abrió un expediente informativo a través de su Comité de Disciplina, y decidió castigarle un mes sin poder competir.
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