El apoderado de Isaac Fonseca: «El pitón se pierde en una zona donde desgraciadamente te hace pensar mal, pero hay que dar gracias a Dios»

Los aficionados salían ayer de Las Ventas con el corazón en un puño. Los instantes de la cogida de Fonseca se hicieron eternos, y más lo fue la espera del parte de la enfermería, donde muchas personas esperaban noticias. Fueron unos momentos durísimos, en los que la eterna sonrisa de Isaac pasó a ser un gesto de dolor, indicando que llevaba una fuerte cornada. Gracias a Dios, las primeras noticias fueron tranquilizadoras, y un nuevo milagro se obró en el ruedo de la Monumental, con ayuda de don Máximo García Padrós. No obstante, a lo largo de esta madrugada volvieron a saltar las alarmas, y llevaron al mexicano a la UCI.

Hablamos con Carlos Cancela, apoderado de Fonseca: «El pitón se pierde en una zona donde, desgraciadamente, te hace pensar mal, porque ahí están todas las partes vitales del organismo. Pero, como siempre, hay que dar gracias a Dios, porque ha sido mucho menos de lo que podría haber sido».

«La doctora de guardia vio en la ecografía una contusión pulmonar que le llamó la atención, y por precaución le mandó a la UCI», nos contó Cancela por la mañana. Sobre las 11:30 pasó a verle el cirujano jefe de Las Ventas: «Ha pasado don Máximo, le ha estado curando la herida, le ha hecho ecografía y está todo bien. Ayer había alguna duda de algo, pero acaban de ver que el diagnóstico sigue siendo el mismo al de ayer, de una cornada limpia».

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Las noticias ya son buenas, y la gente del mexicano empieza a respirar aliviada. Están en espera de que le suban a planta: «Cuanto tengan la habitación le van a subir, en el transcurso de la mañana seguro», dice el apoderado. Además, si no hay complicaciones, en un par de días le quitarán el drenaje y se irá para casa.

Cuando llevaban al mexicano a la enfermería, la abandonaba en la UVI Francisco José Espada. El madrileño sufrió una voltereta en el quinto de la tarde que le dejó inconsciente. No obstante, tuvo intención de matar al toro, aunque no se lo permitieron: «Cuando entramos en el túnel, quería salir. Pero se desvaneció, estaba mareado, incluso cuando se lo llevaban en la ambulancia estuve hablando con él y no regía bien, estaba un poquito desnortado, aunque es normal«, nos cuenta Carlos Herranz, hombre de confianza de Espada.

Por suerte, ya está en casa: «Pasó la noche en el hospital, le hicieron las pruebas de la cabeza y no tiene nada grave, lo único que tiene es la brecha de la cabeza del porrazo, contusiones y chichones. Está dolorido del cuello y la espalda de la paliza, pero por lo demás está contento«, dice Herranz. Aunque en el momento »nos asustamos bastante«, ha habido suerte, y Francisco José tiene en mente torear el festival en el que está anunciado el 11 de junio en El Escorial.

El parte de Fonseca indicaba que sufría una «herida por asta de toro en cara posterior hemotórax izquierdo con una trayectoria ascendente de 20 centímetros y que produce destrozos en músculos dorsal ancho y paravertebrales, alcanzando y contusionando la parrilla costal y apófisis espinosas dorsales. Puntazo corrido en el tercio superior del muslo derecho». Por otra parte, el parte de Espada reza: «Traumatismo craneoencefálico occipital con scalp. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia».