Lecciones de un indulto

Esaú Fernández, que venía de indultar un toro de Miura en Sanlúcar, indultó ayer a un toro de Fuente Ymbro en Utrera

Alcaldesas y alcaldes

Esaú con Embriagado, toro al que indultó prensa esaú fernández

04/09/2023 a las 16:12h.

En Utrera, una de las cunas de la Tauromaquia, Esaú Fernández ha indultado a 'Embriagado', un toro de Fuente Ymbro, que tenía trapío de Bilbao. Ni el suelo encharcado ni el hecho de que se lidiase en primer lugar han impedido que el público ... exigiera el indulto de un toro extraordinario, que no paraba de embestir, con prontitud, emoción y profundidad. ¡Qué belleza, la bravura de un gran toro! También hay que proclamar el mérito de Esaú Fernández, que hace poco indultó un Miura y que ha conducido con templanza las encastadas embestidas, en una faena completa. No es un estilista pero, con toros serios, puede cuajar en un interesante lidiador.

Hace años, si un matador indultaba en poco tiempo dos toros - ¡y no digamos un Miura! -, en seguida lo anunciaban en Las Ventas. Ahora, por desgracia, los carteles se publican con mucho tiempo. Ya no es posible lo que solía hacer don Pedro Balañá, que, en el trascurso de una corrida, mandaba exhibir por el callejón una pizarra, anunciando que el jueves o el domingo siguientes iba a repetir el diestro triunfador: así se convirtió Chamaco en un ídolo de Barcelona.

En los años veinte, cuando Gallito escuchaba que un joven matador había triunfado, exigía: «¡Que me lo pongan, en Madrid, el domingo!» Así le dió un repaso a Camará, el que luego fue apoderado de Manolete. Por eso Joselito fue siempre su máximo ídolo: había vivido en sus carnes lo que significa el orgullo taurino de una figura. No le han contado eso a Andrés Roca Rey, cuando se ha negado a alternar con Daniel Luque.

En esa misma corrida, han mostrado su buen momento, con técnica y entrega, Francisco de Manuel, que ya triunfó en Madrid, y Borja Jiménez, discípulo de Espartaco. Se equivoca éste al entrar a matar desde muy lejos, da tres pasos en vez de uno. Es el error de casi todos los diestros actuales: cuando llegan al toro, el animal levanta la cabeza y hace imposible la buena estocada. (La sentencia clásica sigue vigente: hay que matar «en corto y por derecho»). Espero verlo con victorinos, al final de la Feria de Otoño.

El gran público sólo acude a ver a algunas figuras. El aficionado quiere ver toros encastados y diestros con oficio y entrega. La justicia del toreo debe seguir siendo que los contratos se ganen en los ruedos, más que en los despachos.