ABC y los toros
La historia de la Tauromaquia, en los siglos XX y XXI, no se puede escribir sin tener en cuenta las páginas de ABC.
Gregorio Corrochano, histórico crítico taurino de ABC, posa de corte junto a Joselito en la casa de los 'Gallos', en Sevilla
Desde hace 120 años, ABC ha defendido una serie de valores: el patriotismo, la libertad, la monarquía y la especial atención a la cultura española. Eso incluye, por supuesto, a la Fiesta de los toros, que no se limita a ninguna ideología, clase social ni ... estética: es cultura popular del pueblo español.
La Tauromaquia es un arte, supone cultura en libertad. Ese fue el lema –lo recuerdo bien– del acto que organizó ABC en el Liceo de Barcelona, para defender la libertad de todos los catalanes de acudir o no a los toros. Es una Fiesta que, en el mundo entero, se reconoce como seña de identidad hispánica. Justamente por eso la rechazan algunos, que no quieren ser españoles.
A lo largo de su historia, el periódico ha ofrecido siempre información de las principales Ferias y un análisis sereno, no sensacionalista, de los temas y problemas de la Fiesta. Han sido críticos de ABC, entre otros, figuras históricas de la categoría de Gregorio Corrochano, Luis Calvo, Antonio Díaz-Cañabate, Vicente Zabala… La calidad literaria de sus colaboradores ha sido siempre seña de identidad del ABC; también, en los toros. En sus páginas se han ocupado de este tema ilustres escritores: Azorín, Pérez de Ayala, Gerardo Diego, José María Pemán, Edgar Neville, Julio Camba, Agustín de Foxá, Emilio García Gómez, José María de Cossío, Néstor Luján, Antonio Burgos…
Además, ABC mantiene un prestigioso premio Taurino y, en Sevilla, el premio de periodismo taurino Manuel Ramírez, que ha reconocido a figuras tan relevantes como Mario Vargas Llosa y Lord Tristan Garel-Jones.
Como modesto aficionado, creo sinceramente que la historia de la Tauromaquia, en los siglos XX y XXI, no se puede escribir sin tener en cuenta las páginas de ABC.
La Tauromaquia forma parte de nuestro patrimonio cultural: así está reconocido legalmente y eso supone la obligación de todos los poderes públicos de respetarla y promoverla. Sus valores ecológicos, económicos y culturales son absolutamente indiscutibles. El toro bravo sigue siendo hoy el mejor símbolo de España. Vivimos en la 'piel de toro', en nuestro común 'ruedo ibérico'.
En unos momentos nada fáciles para los toros –y para España– , espero y deseo que el ABC siga fiel a su línea, defendiendo con independencia y categoría literaria nuestra Fiesta.