Joselito: «Me sentí perdido cuando me hablaban en catalán»
-¿Se topó con más mansos o bravos en su «alternativa» en el ruedo parlamentario?
-Hubo de todo... Eso sí, mucha hipocresía y bastante desconocimiento. Nos encontramos con gente a favor y en contra. Aquí lo malo es que no hay peor sordo que ... el que no quiere oír.
-Tuvo que escuchar las intervenciones en catalán. ¿Cómo lo vivió?
-Con muchos nervios. Bien al principio y regular al final, porque no entendía demasiado de lo que decían; en realidad, casi nada. Al margen de preguntas dirigidas a mí, lo peor es que las exposiciones eran también en su lengua o dialecto. Uno se queda perdido y como un bobo preguntándose qué estarán contando. No comprendo por qué al menos no ponen un traductor. Me he enterado de palabras sueltas por las que intuía que los antitaurinos no hablaban bien de nosotros.
-Mientras usted invitaba a los parlamentarios a conocer la Fiesta, algunos antis comparaban al torero con el maltratador. ¿Qué sintió?
-Me parece terrible esa comparación tan terrorífica. Es inadmisible que digan cosas semejantes. Tengo un respeto absoluto por las mujeres y los niños. No me considero nada violento. Tienen una imagen tergiversada del torero. Lo que es real es la hipocresía que se trasluce en sus argumentos: sí a los corre-bous y no a las corridas. ¿Les importa o no el animal? Todo es política. Y en las manos de los políticos estamos. Yo he hecho mi exposición desde mi más hondo sentimiento. Ojalá triunfe la libertad en una tierra que presume de plural y aperturista.
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