Suscríbete a
ABC Cultural

El botijo de José

España entera, como el piporro con su nombre horas antes, había quedado hecha añicos aquella tarde del 16 de mayo en Talavera

Gallito

Javier Fernández Mardomingo

El cielo amaneció plomizo aquella mañana en la madrileña calle de Arrieta. Debía de ser uno de esos días en que las gentes del toro lo miran docenas de veces antes de llegar a la plaza, no vaya a ser… José se ... despertó regular . La noche no había sido buena, no había dormido bien. La bronca del respetable de la vieja plaza de Madrid en la tarde anterior seguramente tuvo la culpa.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia