Padilla y El Fandi cierran la Feria de Castellón por la puerta grande

El Cordobés saca réditos de su simpatía natural. Cuida al primero, cornicorto, tan bonancible que le deja estar a gusto, mostrar su faceta más clásica, con muletazos reposados. Estocada rápida: oreja. El cuarto flaquea pero es pronto, obedece a todos los toques. Brinda a sus compañeros un trasteo movidito, que no acaba de cuajar: división de opiniones.

Padilla es un auténtico héroe popular: esta mañana lo hemos comprobado, una vez más. Además, posee un oficio bien aprendido, en muchas corridas duras. Al segundo, flojo y noble, lo recibe con una larga de hinojos, gallea por chicuelinas, se adorna con los palos, muletea de rodillas; cuando queda corto, tira de él, lo exprime haciendo la noria y lo mata en el platillo: oreja con petición de la segunda. El quinto, más serio, es aplaudido de salida. Lo recoge bien, flexionando la rodilla. El toro empuja en varas; a la muleta llega distraído, acaba rajándose. Juan José, muy firme, lo sujeta con naturales. Faena ardorosa pero también técnica. Estocada atracándose de toro: otra oreja.

El Fandi garantiza su profesionalidad y el gran espectáculo de sus banderillas. El tercero es gacho, bizco, cómodo. El diestro lidia con eficacia y se muestra sobrado, con los palos. El toro va pronto y largo, embiste con templanza, parece dormirse en algunos naturales. Recurre David a los circulares y mata trasero: oreja. El último sale con pies aunque justo de fuerzas. Fandi, entusiasta, encadena largas de rodillas, un quite por zapopinas, pares de la moviola y jugueteos con el toro que ponen al público en pie; luego, circulares de rodillas, naturales suaves, desplantes. Mata desprendido: dos orejas. Sale en hombros con Padilla.

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