Los Reyes inauguran la temporada más complicada del Teatro Real

[Crítica de «Un ballo in maschera»: This is America]

Para garantizar la seguridad , el Real ha invertido en mascarillas, en detectores de temperatura, en arcos y en dispensadores de geles, y se han renovado las baños para ganar espacio y no tener que tocar los grifos. El aforo se ha reducido al 65 por ciento y también han ganado espacio los músicos y el coro para poder mantener la distancia social. A los cantantes se les protege con mascarillas hechas a medida, que reproducen su rostro, e imperceptibles para el público.

Don Felipe y Doña Letizia llegaron a su cita anual poco antes de las ocho de la tarde y, a las puertas del teatro, fueron recibidos con aplausos del público. También les esperaban las autoridades, entre ellas, las presidentas del Congreso, Meritxell Batet, y del Senado, Pilar Llop; las vicepresidentas del Gobierno, Carmen Calvo y Nadia Calviño, y los ministros de Exteriores, Arancha González Laya, y Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes. Junto a ellos, el presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón.

Cuando los Reyes llegaron al palco real, fueron recibidos con una ovación por el millar de personas que asistieron a la función y, tras el Himno Nacional , se oyeron gritos de «Viva España» y más aplausos. En ese momento, el premio Nobel Mario Vargas Llosa -que acudió al estreno con Isabel Preysler- tomó la palabra para transmitir un breve mensaje de esperanza y optimismo ante el panorama desolador. El escritor recordó lo que «un gran filósofo de la libertad, Karl Popper, dijo aquí en España, pocos meses antes de morir: que muchas cosas andan mal, a nuestro alrededor, sí, sin duda, pero, en la larga historia de la humanidad, nunca hemos estado mejor».

En nombre del Teatro Real, Vargas Llosa agradeció a los Reyes «el apoyo que siempre han brindado a la cultura en todas sus manifestaciones». Además, hizo extensivo su agradecimiento a algunas de las autoridades presentes y a los músicos y artistas, «cuya entrega y entusiasmo han hecho posible la función de este noche». «Ellos saben que la cultura está hecha para enfrentar tiempos difíciles -dijo- y saben también cómo derrotar a estos tiempos difíciles. Están seguros, estamos todos seguros, que España los derrotará». Mientras pronunciaba estas palabras, Vargas Llosa tuvo un lapsus y, se refirió «al señor alcalde de Lima», pero en seguida se dio cuenta del error y corrigió: «Perdón, de Madrid» , lo que provocó las risas del público.

En cualquier caso, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida , no pudo asistir al estreno -al menos, a la primera parte de la ópera-, porque a esa misma hora estaba explicando las medidas adoptadas contra el Covid ante los medios de comunicación. Tampoco pudo asistir la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso , que prefirió evitar el chaparrón de críticas que le habría caído por ir a la ópera con el repunte de la pandemia. Sí acudieron los presidentes del PP, Pablo Casado , y de Ciudadanos, Inés Arrimadas , así como los embajadores de Francia, Japón, Alemania y Rusia.

También asistieron los representantes de las principales empresas, que son las que hacen posible que cada tarde se siga subiendo el telón del Teatro Real. Entre ellos, los patronos José María Álvarez-Pallete (Telefónica), José Bogas (Enagas) y Demetrio Carceller (Fundación Damm). Y, entre los patrocinadores , Pablo Isla (Inditex), Manuel Terroba (BMW), Juan Carlos Ureta (Renta 4), Domingo Mirón (Accenture), Federico Linares (EY España), Fernando Ruiz (Deloitte) o Hilario Albarracín (KPMG). También los medios de comunicación estuvieron representados en la ópera y, en nombre de Vocento, acudió su consejero delegado, Luis Enríquez. Entre los invitados, el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, y rostros conocidos como Tamara Falcó, la modelo Eugenia Silva o la periodista Anne Igartiburu.