Maka, de la cárcel al WiZink Center: «Los que venimos de abajo tenemos que caernos y levantarnos mil veces más que los demás»

Veinte años después, las nuevas tendencias estéticas en el pop han dado la vuelta a la tortilla. Ahora mola mucho tener orígenes humildes y lo cañí es un valor al alza. Es el momento de artistas como Francisco Javier Rodríguez Morales, 'Maka'.

«Me dio mucha pena que Rosa tuviera que esconder que era de nuestro barrio, pero la entiendo porque era una época muy distinta», dice este cantante que conjuga trap, reguetón y flamenco con los mismos verbos. «Lo que no entiendo es que ahora siga habiendo artistas que reniegan de su propia historia, y menos aún que se la inventen intentando vender la moto de que vienen de barrios humildes cuando es mentira. Eso es una estafa», exclama este treintañero que acaba de reventar el WiZink Center (en el formato grande, el de 16.000 personas) dejando de piedra a los que apenas habían leído su nombre de pasada en alguna parte.

Noticia Relacionada

El Langui: «Quiero daros un bofetón para que no miréis para otro lado»

Nacho Serrano

El rapero y fundador del proyecto benéfico-deportivo Atlético Pan Bendito lanza su nuevo disco 'Espasticidad' en la víspera del Día Internacional de la Discapacidad

«Hoy es un gran día», comentaba con ABC subido a uno de los escenarios más deseados del circuito nacional, contemplando unas gradas vacías que horas después se llenarían de fans enfervorizados. «Anoche no pude pegar ojo, estaba lleno de nervios e ilusión pensando cómo sería estar ante el público de Madrid en el WiZink, ¡qué locura! Ojalá esté a la altura de lo que se espera de mí y pueda hacer feliz a mi gente, porque ellos son lo más importante de todo esto. Si he llegado hasta aquí es por ellos. Ahora, que sea lo que Dios quiera. ¡Mamá, esto va por ti!».

Después de la prueba de sonido, Maka fue al hotel a por su uniforme de combate y se encontró Madrid colapsado por un atasco. Llegó justo a tiempo pare recoger la ropa, volver a la furgoneta y llegar al recinto apenas unos minutos antes del inicio del show. «Ha sido una locura de nervios, pero creo que llegar al WiZink con el tiempo justo para bajarme de la furgo y subir del tirón al escenario me ha dado un bofetada de adrenalina que he sabido aprovechar», aseguraba tras culminar una noche apoteósica en la capital, que viene a ser como el primer ochomil de una carrera que seguro tendrá muchas cumbres.

Maka no es ningún recién llegado. Lleva en esto más de un decenio, interrumpido brevemente por su paso por la cárcel en 2011 tras un atraco a una sala de juegos. Cuando cayó preso ya tenía un disco en la calle, y durante su condena grabó otro que sólo pudo presentar en directo gracias a un permiso. «La vida está llena de tropiezos», dice el cantante. «Y sobre todo los que venimos de abajo, tenemos que caernos y levantarnos mil veces más que los demás. Yo era muy joven, muy ignorante, pensaba que vivía en la peli del 'Torete'. Pero gracias a Dios pude reconducirme, participé en talleres musicales dentro de la cárcel, me centré y la vida me dio otra oportunidad que no he desaprovechado».

Al recuperar la libertad, Maka se lanzó de lleno a la música para ganarse la vida sin jugarse la misma, y a la vista está que lo ha conseguido. «Esto del Wizink ha sido la hostia, me va a llevar tiempo recuperarme emocionalmente porque es difícil de creer lo que he vivido. Para un chaval que viene de abajo como yo, verse en un sitio como este supera todas las expectativas. Es un hito difícil de olvidar en la carrera de cualquiera. Lo malo es que ahora te paras y dices, '¿y después de esto, qué?'».

Una de las cosas que caracterizan a los artistas de nuevo cuño, es que a pesar del éxito mantienen al equipo de trabajo con el que empezaron en lugar de delegar toda esa gestión a los despachos. Si llegase una gran oferta de una discográfica, que le permitiese llegar adonde ahora no llega a cambio de ceder en eso, ¿qué haría?

He crecido sin ningún apoyo, sin trampa ni cartón, sin dinerales para publicidad. Lo que hago no es un producto, soy yo. Soy cercano. Si me llegase una oferta así… tendría que estar en una situación así para pensarlo bien. No puedo decir de este agua no beberé. Pero estoy muy a gusto así, aunque tenga algunos quebraderos de cabeza. Tendrían que dejarme a mi rollo.

Hace poco Antonio Carmona me dijo que iba a hacer una colaboración con un artista de la escena urbana de Granada, pero no quiso decirme quién. ¿Era usted?

Él iba a estar en un tema mío, pero no se pudo dar. Estuvimos todo un día trabajando en su casa y para mí fue como estar con un dios, porque es de mis mayores influencias, casi como si fuera mi padre. Pero a veces pasa que las cosas no salen. Faltó poco, pero no salió. Sueño con poder hacerlo algún día.

Otra influencia es Ray Heredia, ¿verdad? En su último tema 'Lo justo' hay un guiño clarísimo a su 'Alegría de vivir'.

Sí, es verdad. Lo canto alargando un poco las frases. A Ray le debemos mucho todos. Vino del futuro a darnos todo lo que nos dio, fue un revolucionario. Yo intento hacer lo que Ketama hacía, actualizándolo.

¿La crítica musical ha estado ciega con las nuevas vanguardias urbanas?

Eso es como todo, siempre que sale algo nuevo, se critica. En este país hay muchas envidias, sobre todo con el que se atreve a hacer algo distinto y le sale bien. Sólo se valoran esas propuestas cuando pasa el tiempo. Le ocurrió a Camarón y a Morente.

¿Por qué ahora los nuevos músicos valoran la tradición musical española? En los ochenta, lo noventa y los dosmiles todo lo que viniera de fuera parecía mejor.

Pues no lo sé, la verdad. Pero me alegro de que sea así. Hay que recordar y respetar las raíces, es nuestro copyright. Creo que lo que pasaba en otras décadas tiene que ver con que los músicos buscaban algo muy superficial: el éxito. Y cuando te dedicas a esto por amor a la música, al final siempre te surge el instinto de atender a las raíces, y eso al final siempre hace que tu música tenga más fundamento, que no sea de usar y tirar.

¿Qué podemos esperar de Maka en 2023?

Vendrá un disco nuevo, muy bonito, más señorito. Me voy a tener que poner traje para cantarlo (risas). Habrá singles, gira y muchas sorpresas.