Desmontando a Amy: 10 años sin la 'Lady Day' de nuestro tiempo
La ahijada de la malograda estrella, la también cantante Dionne Bromfield, recuerda su relación en el documental 'Amy Winehouse & Me: Dionne's Story', que se estrenará en MTV el 29 de agosto
Amy Winehouse
El 20 de julio de 2011, tres días antes de morir, Amy Winehouse cantó con su ahijada Dionne Bromfield en el iTunes Festival de Londres. En ese momento nadie imaginaba que sería el último escenario que pisaría la autora de 'Back ... to Black', y la joven promesa no pudo saber que el dueto se convertiría en una pequeña maldición. «Yo fui la última persona con la que estuvo en el escenario, y automáticamente la gente sintió que eso significaba algo», dijo tras el fallecimiento de su madrina. «Me gustaría continuar el legado de Amy, pero es una gran presión que haya gente que piense que realmente puedo hacerlo».
Dionne conocía a Amy porque sus padres eran amigos. La futura estrella era trece años mayor que ella, pero le cogió mucho cariño y poco después de aceptar ser su madrina, cuando ya era famosa en el mundo entero, aprovechó su posición para abrirle camino en el negocio convirtiéndola en el primer fichaje de su propio sello discográfico, Lioness Records . «La primera vez que escuché cantar a Dionne, no podía creer lo que estaba escuchando, una voz tan asombrosa en una chica tan joven. Ella es mucho mejor que yo a su edad», dijo Winehouse en su presentación en sociedad. Le publicó dos álbumes, 'Introducing Dionne Bromfield' y 'Good for the Soul', que salió apenas tres semanas antes de la letal sobredosis de alcohol del 23 de julio de 2011.
En el funeral de Amy, seis días después, hubo un invitado inesperado. Una mariposa negra se coló por una ventana y revoloteó por encima de los asistentes hasta posarse en el hombro de una de las mejores nuevas amigas de la cantante, Kelly Osbourne (hija de Ozzy Osbourne), donde se quedó inmóvil durante toda la ceremonia. Dionne, destrozada porque además de haber perdido a su madrina también se había quedado sin mentora en la industria de la música, interpretó la curiosa escena del insecto a su manera y se inspiró en ella para componer una canción, 'Black Butterfly'. No volvió a escribir música en diez años.
Ahora, Bromfield siente que ya puede regresar. Y lo hace por partida doble, con un nuevo single llamado 'Silly Love' y un documental que se adentra en la relación especial que tuvo con la 'Lady Day' de nuestro tiempo, que podrá verse en España el 29 de agosto a través del canal MTV. rinde homenaje a la cantante y compositora ganadora de cinco premios Grammy e icono cultural, en un viaje profundamente personal en el que Dionne comparte los mejores y peores momentos de la historia de su inquebrantable relación, aportando materiales exclusivos. «No puedo expresar lo terapéutico que ha sido este viaje para mí. Por fin puedo avanzar hacia el siguiente capítulo de mi carrera sabiendo que he afrontado emociones que han estado reprimidas durante años», asegura Bromfield. «Espero que este documental muestre a Amy como algo más que una persona que luchó contra la adicción y, además, muestre a la increíble persona que era mi madrina. Nadie vio su lado maternal ».
En un encuentro Zoom con periodistas de todo el mundo, en el que hay veto para preguntas sobre los problemas de Amy con las drogas, Bromfield aparenta serenidad cuando habla de su madrina. «Diez años después veo las cosas de una manera diferente, valoro nuestra relación aún más y aprecio mejor las cosas que hizo por mí», dice la artista, que confiesa haber estado bloqueadísima cuando sobrevino la tragedia. « Era mi campeona. Mi segunda madre. Nadie como ella entendía como es el proceso de escribir canciones , y nadie me entenderá como ella. No estaría aquí sin ella. Cuando falleció me retiré nueve años porque no fui capaz de lidiar con algunas emociones. Cuando murió estuve triste y no quería hacer nada más que estar tirada en la cama. Estuve diciendo 'estoy bien, estoy bien', hasta dos años después. Además, quería crecer antes de volver a cantar, hacer cosas normales de una chica de 19 años. Salir por ahí, tener experiencias, y ahora estoy contenta de haberlo hecho».
Dionne Bromfield
En sus respuestas, Bromfield enfatiza constantemente lo poco que se sabía de la «verdadera» Amy, una chica «divertida, amable, dulce, y respetuosa con la gente mayor». Entre anécdotas de lo más entrañables (cuenta que cocinaba «como una buena madre judía», que tocaba el piano «aunque no muy bien», o que se partían de risa juntas viendo 'El Príncipe de Bel Air' y películas de Tarantino como 'Planet Terror'), dice en varias ocasiones que el motivo de hacer el documental es «mostrar lo dulce» que era y «desmontar algunos prejuicios» que se tiene sobre su leyenda. «La gente tiene la imagen de que era una maleducada, pero solo era muy honesta» , asegura. Y es que ella misma también sintió en su carnes esa honestidad brutal. Cuando Bromfield preparaba su primer disco, una colección de versiones, Amy escuchó su interpretación del mítico 'Mr. Postman' de las Marvelettes, y no se cortó un pelo en decirle que no le gustaba. «Me dijo que si cantaba cosas como esa tenía que hacerlo bien, darlo todo con convicción. Yo le respondí que me daba igual, que iba a grabarla de todas maneras. Me ofendió, pero lo reescuché con atención y me di cuenta de que tenía razón».
Cuando era una niña, Bromfield escuchaba a Amy canturrear por su casa a todas horas, pero recuerda perfectamente la primera vez que supo que sería una estrella. «Al principio no podía imaginar que se dedicaría a ello. De hecho, la primera vez que la escuché en la radio aluciné. Ese día me cantó una canción solo para mí tocando la guitarra y entonces le dije: 'Vaya, sí que sabes cantar'. De pronto fue como 'guau, mi madrina es realmente increíble». Algo más tarde, cuando tenía nueve años, Amy empezó a ponerle «discos de la vieja escuela» , y le dijo que si le gustaban, aprendiera guitarra, estudiara composición y escuchara a muchos artistas. «Tuvo una influencia enorme en mi crecimiento como música», asegura Bromfield. «Me mandó a una escuela de teatro. Me apoyaba mucho, y tuve la sensación de tener una segunda madre. Cuando tenía catorce años me dijo que me relajara, que lo disfrutara. Eso lo valoro casi más que los consejos más profesionales. También me dijo que habría cosas en el oficio que no me gustarían, que la gente me presionaría para que sintiese o pensase cosas diferentes. Me dijo que hiciera lo que realmente me gustase hacer. Ponía el énfasis en la composición de letras. Yo no tenía ni idea de qué escribir, y me dijo que buscara la manera de ser honesta, de forma que cualquiera pudiera sentirse identificado con mis letras. Que mi música transmitiera honestidad. Era mi madrina y a la vez mi jefa, y fue genial tener esos consejos tan cariñosos».
Haciendo este documental, Bromfield también quiere lanzar el mensaje de que quiere dejar claro cómo era su relación con Amy. «Ahora tengo más control sobre mi carrera, y me siento menos dependiente de ser la «ahijada» , exclama. Ella misma no había visto desde hacía años muchos de los vídeos que forman parte del metraje, y otros no sabía ni que existían. «Hay escenas muy bonitas de las dos charlando y riendo. Me alegro de que quedaran capturadas en cámara», dice la joven artista, que señala sin dudar cuál ha sido el mayor reto de este proyecto: «Revivir momentos que no quieres revivir. El día que me senté ante la cámara a hablar de su muerte, era la primera vez que lo hacía desde que ella no está. Los momentos felices ahora me entristecen porque quiero volver a tenerlos, y no puedo. El proceso fue duro, pero para seguir adelante creo que tenía que afrontarlo. Llevaba un año pensando en hacer algo para rendirle homenaje, y cuando me ofrecieron participar en este documental, al ver que se cumplían diez años pensé que era un buen momento. He tenido una década para asumirlo y poder contar como me sentí».
Dionne Bromfield y Amy Winehouse
Bromfield sabe que fue muy afortunada por estar tan cerca de una leyenda como Amy Winehouse. «Ella ha dejado un legado e impacto enorme en la música actual. Puedes escuchar a muchas artistas que han recibido influencia de ella. Es tan icónica porque hizo algo que nadie hacia en ese momento, y lo hizo de una manera brillante y honesta. Puedes escuchar su verdad en todas sus grabaciones. Hay intérpretes muy buenos, pero hay cosas como la verdad, que se tienen o no se tienen, y ella lo tenía. Tuve suerte de estar con ella, de vivir con ella los pequeños detalles. Me encantaba salir con ella por la noche cuando conseguía que nadie la reconociera . Recuerdo una vez que pudimos hacerlo, una vez que pudimos charlar dando un paseo por la calle. Era muy difícil y en aquella ocasión pudimos hacerlo. Durante unos minutos hicimos algo normal. Mi mejor recuerdo con ella no es ninguna anécdota fabulosa, es hacer algo normal. Echo de menos llamarla para contarle mis problemas y acabar riendas juntas. Este documental me ha recordado esas sensaciones. Era muy divertida, muchos momentos con ella acaban en carcajadas. La última vez que la vi le di las gracias por todo lo que aportó a mi vida. Ella me decía 'calla anda, calla', con modestia. Por eso, este documental es una manera de volver a decírselo: 'gracias'».
Amy se hacía respetar con autoridad, incluso fuera del escenario. En una ocasión, Bromfield se metió en una discusión con tuiteros por criticar en las redes sociales que volviera con su exnovio, Blake Fielder-Civil, y la Winehouse entró al trapo dirigiéndose directamente a su ahijada: «Dionne, las relaciones adultas son relaciones adultas. ¿Y qué haces levantada tan tarde?». Pero como todo el mundo sabe, donde realmente era intocable era sobre el escenario, y esa experiencia de mirar al público estando a su vera, o teniéndola entre sus coristas, es impagable para Dionne. Pero la espinita que jamás se podrá quitar es que nunca grabaron nada juntas . «Hicimos muchas 'jams', pero nunca grabamos. Si ella estuviera viva, no sé si ya lo habríamos hecho. Nunca lo hablamos. Pero desde luego no hubiera sido 'Mr. Postman'».