The Chieftains, capitanes intrépidos

Curtidos al lado del genial e inolvidable Seán O'Ríada en el grupo Ceoltóirí Chualann , en 1975 participaron en la banda sonora de la película «Barry Lyndon» , de Stanley Kubrick , con aquella maravilla de canción escrita por O'Ríada, «Mujeres de Irlanda» , que luego conocería versiones de Mike Oldfield y Sinéad O'Connor . El filme obtuvo el Oscar a la mejor adaptación musical para Leonard Rosenman .

Desde entonces, con algún cambio en la formación que nunca modificó su esencia y alguna triste desaparición, como la del genial arpista Derek Bell , la banda nunca ha dejado de trabajar. Su planteamiento artístico es tan sencillo como fructífero, y siempre de hermosísimos resultados. Partiendo de la música tradicional irlandesa, un manantial inagotable, han sabido modernizarla sin adulterarla, ponerla al día sin caer en la insensatez ni en el pastiche.

Escuchándolos, viéndolos, pareciera que esa música finisecular acaba de nacer, acaba de ser parida por un bodhrán, un fiddle, un tin wisthle. Además, Paddy y los muchachos han sido siempre lo suficientemente listos, receptivos y abiertos de orejas y de corazón para acercarse al trabajo de otros colegas, y compartir con ellos su magia y su desparpajo.

La lista lo dice todo: Mark Knopfler, The Corrs, Mick Jagger, Sting, Sinéad O'Connor, Kepa Junkera, Ry Cooder, Jackson Browne . Y, por supuesto, nuestro gaitero más universal, Carlos Núñez , a todos los efectos un ahijado y prácticamente miembro del grupo irlandés.

Precisamente, en compañía del mencionado Cooder editaron hace un par de años un disco realmente rompedor «San Patricio» . Se trataba de un homenaje al batallón que con ese nombre participó en la guerra entre los norteamericanos y los mexicanos a mediados del siglo XIX. Entonces, los voluntarios irlandeses lucharon al lado de los mexicanos. Lila Downs , Los Tigres del Norte y Chavela Vargas supieron lo que es vivir y cantar al lado de los Capitanes de Paddy. Y Paddy supo lo que es la vida en la frontera del Río Grande.

Pero el caso es que el timonel y lobo de mar musical que es Moloney no podía festejar este medio siglo de carrera e historia viva de la música popular con algo normal y corriente.

La celebración requería algo especial y así ha sido porque la tarta de cumpleaños que en estos días ofrecen los Chieftains y que lleva por título ese maravilloso «Voice of Ages» (algo así como Voz de todas las Edades, Voz de Todos los Tiempos) ha sido cocinada junto a gente mucho más joven que los irlandeses, músicos de las nuevas hornadas pero que vistos los maravillosos resultados (a los que desde luego no es ajena la producción de ese genio llamado T. Bone Burnett ) se conocen más que bien la tradición folclórica de la verde Erin.

Vamos que están sembrados. Por ejemplo The Decemberists interpretando el «When the ship comes in», del «The Times They Are A-Changin» , de Dylan en el 64. Sorprendente también Imelda May en el corte que abre el álbum, acostumbrados como nos tiene a otras tonalidades y colores musicales, pero para algo la impresionante Imelda es paisana de Paddy.

O qué decir de una descarga como la de Carolina Chocolate Drops y los irlandeses en «Pretty Little Girl», que te entran unas ganas de lanzarte al galope por las praderas en llamas...

Pero pinchen por donde pinchen, elijan la pista que elijan, la maravilla está garantizada. Tan intrépidos como siempre, The Chieftains siguen viento en popa.