música
Cumbre hispano-británica en Aranda de Duero
Los escoceses Travis y Belle & Sebastian encabezan un Sonorama que no renuncia a las bandas nacionales
fernando rojo
Si de la música dependiera, se esfumaría cualquier aspereza diplomática entre España y el Reino Unido. La mejor prueba del hermanamiento del pop de ambas naciones es el cartel del Sonorama 2013 . El festival que más a gala ha llevado la «marca España» a ... lo largo de los últimos quince veranos cede cortésmente sus lugares de honor a dos hijos de la Gran Bretaña. Pero no parece que vengan en son de guerra. Más bien al contrario.
La de Belle and Se bastian el jueves fue desde luego una declaración de amor en toda regla. De amor al pop sencillo y sincero. Sin las ataduras de tener que presentar nuevo disco de estudio, Stuart Murdoch se decantó por dieciséis pequeñas obras de arte que muestran cómo el exsacristán de Glasgow ha ido tallando desde 1996 cada melodía de una forma casi artesanal. Con la virtud de que viejos temas como «If you’re feeling sinister» o «The boy with the Arab Strap» parecen nuevos, y que otros más recientes, como «I want the world to stop» o «Funny little frogg» , suenan clásicos.
Aparte de notable compositor y letrista, Murdoch es un sobresaliente vocalista que mantiene un diálogo fluido con el público a lo largo de cada concierto. Fiel a su tradición, eligió a un grupo de espectadores para que subieran al escenario a bailar el psicodélico «Legal man» antes de despedirse con la tierna «Judy and the dream of horses» , enésimo torpedo a la línea de flotación emocional de sus seguidores. Un concierto para recordar, que dejó muy alto el listón a sus compatriotas Travis, que al cierre de esta edición se disponían a subir al escenario en la segunda jornada del Sonorama.
Todo un privilegio
Si sus paisanos -ambos son casualmente de Glasgow- apenas tienen a la vista una recopilación de rarezas que sale a la venta a finales de mes, Travis estrena estos días (verá la luz el próximo lunes) un nuevo disco de estudio, el primero desde hace cinco años. Así que los asistentes al festival arandino tienen el privilegio de escuchar en primicia los temas incluidos en «Where you stand» , otro compendio de bellas canciones, santo y seña de una factoría que ya producía himnos pop cuando Colplay y Keane aún eran unos absolutos desconocidos.
Son Belle and Sebastian y Travis los dos «artistas invitados» a una fiesta, la del Sonorama, que nació y creció con el espíritu de dar cancha a los artistas españoles , no importa si son veteranos o noveles. En la primera jornada hubo de todo. Desde nuevas bandas como Triángulo de Amor Bizarro -que el jueves demostraron que son ya más una realidad que una promesa- hasta viejos roqueros como Loquillo.
El concierto del barcelonés fue el otro gran momento de la noche inaugural. Con la (ahora tan manida) excusa de conmemorar el trigésimo aniversario de su «Ritmo de garaje» , Loquillo recuperó los temas de siempre, desde «El Rompeolas» a «Rock and roll star» e incluso -desafiando al reino de lo políticamente correcto- «La mataré». Tras fundirse en un emotivo abrazo con Sabino Méndez , remató la faena montados ambos a bordo de su viejo «Cadillac Solitario».
Cumbre hispano-británica en Aranda de Duero
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