Keith Jarrett celebra el 30 aniversario de su célebre trío con el disco «Somewhere»

Como ya es habitual, acompañan a Jarrett en esta grabación el contrabajista Gary Peacock y el baterista Jack DeJohnette ; dos músicos que, hace ahora treinta años, iniciaron una colaboración con el pianista que ha acabado convirtiéndose en una de las series más duraderas del jazz . Con ambos ha creado Jarrett una escuela que se defiende de la impostura de otros y simboliza una comunión perfecta entre el jazz y la culta camerística europea .

Excéntrico, caprichoso, pero también inteligente, Keith Jarrett sigue en «Somewhere» en la cumbre de una forma de intepretar al piano que continúa suministrando vida a la historia del jazz . Lejos de cualquier asomo de vanidad que no sea él mismo, el músico vuelve a afrontar en este disco un acercamiento al gran tesoro del cancionero americano , ejemplar en la simultaneidad que representa el absoluto respeto que se aprecia por el material original, y la libertad absoluta con la que reviste su desarrollo.

Grabación en directo

Como en tantas ocasiones anteriores, «Somewhere» está registrado en directo y recoge el concierto que el trío ofreció en la localidad suiza de Lucerna, el 11 de julio de 2009 . Una comparecencia que el rotativo «Neue Zürcher Zeitung» quiso titular muy acertadamente «El éxtasis controlado» . La metáfora es más que apropiada para un grupo que en el temario se inicia en la improvisación de la composición de Miles Davis , «Solar» , viaja después a la estratosfera a través del clasicismo de «Stars fell on Alabama» y «Between the devil and the deep blue sea» , y, finalmente, aterriza de forma feliz con los traviesos arreglos que Jarrett ha concebido para dos piezas fundamentales del bernsteiniano «West side story» , «Somewhere» y «Tonight» .

Queda al cuidado del cierre una ardorosa versión de «I thought about you» , tercera colaboración entre los compositores Jimmy Van Heusen y Johnny Mercer para la editorial , en 1939. Una espléndida canción en la que Jarrett opta por resolver la curva entrecortada de su ejecución llevando la melodía al límite. La conjunción del trío es impecable y todo lo que pasa por las manos del pianista atesora un vigor conmovedor , suena seguro, inteligente. Y cuando el público rompe en ovaciones, hay un paisaje después de la batalla. Triunfa la música.