Libros, libros, libros

Porque con 69 ediciones encima y a punto de comenzar la septuagésima, la Feria del Libro ha vuelto a buscar la manera de lavarle la cara al tradicional y castizo Paseo de Coches, insuflarle más vida que la mera acumulación de, en este caso, 349 casetas. Alemania (con el lema de «¡AleManía en la Feria del Libro!») es el país invitado. Esto se traduce en la presencia, en el encuentro libresco, de autores y pensadores de la talla de Rüdiger Safranski –que participará en el acto inaugural de este viernes–, Hans Magnus Enzensberger o Volker Braun.

Si bien el año pasado se concedió un cierto protagonismo a la Traducción con conferencias y mesas redondas, en esta ocasión será el cómic el que añada color a la cita. Autores alemanes y españoles firmarán sus trabajos; y el pabellón de la Comunidad de Madrid estará dedicado, bajo el lema «ComicKultur», a ellos: de esta forma, la exposición mostrará la obra de firmas como Martin Tom Dieck o Anke Feuchtenberger por el lado germano y, por el español, de Max, Paco Roca o Federico del Barrio.

Hasta el 12 de junio hay programadas todo tipo de actividades, firmas y mesas redondas, que pueden consultarse en la página web de la Feria. Y sobrevuela el panorama, claro, el libro electrónico: ¿Dónde queda? Responde Pilar Gallego: «El libro electrónico es, en sí, un aparato que se vende en otro tipo de establecimientos. En la Feria quienes tengan un puesto podrán informar de sus títulos, pero, como es sabido, no es necesario acudir a una tienda para adquirirlos: se pueden descargar».