Javier Reverte: «Siento nostalgia de los lugares que no conozco»
El viaje de Javier Reverte a Alaska y Canadá empezó en su niñez, cuando el periodista y escritor madrileño conoció las aventuras de Jack London y de los mineros en los días de la «fiebre del oro». En el verano de 2006, el autor de « ... El corazón de Ulises» pudo por fin seguir los pasos de London recorriendo 750 kilómetros del río Yukón, de Whitehorse a Dawson City. El fruto de ese viaje, que para el escritor «no fue turismo, sino una aventura literaria», es el libro «El río de la luz», que representa «un ajuste de cuentas con el pasado: si hace cuatro años navegar en el Amazonas casi me costó la vida, el Yukón ha sido un «chute de vida»». Reverte confiesa un amor hacia los ríos, que compara al transcurrir de la vida y que, «al contrario de los mares, están cargados de humanidad».
El escritor compartió esa aventura con una pequeña expedición con la cual pasó «trece días remando en canoa y durmiendo en las orillas». Una experiencia que «quisiera que no acabara», aunque «el primer día me pregunté: «¿qué narices hago aquí?»».
Su viaje a unas tierras «donde encuentras la naturaleza justo fuera de la puerta de tu casa», prosiguió en solitario a bordo de un ferrocarril transcanadiense y, de regreso a Europa, en un carguero de Montreal a Liverpool. Todo contado, con riqueza de detalles, en este libro, esperando pronto una nueva aventura, dado que «siento nostalgia de los lugares que no conozco».
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