Hallada una tumba micénica en Grecia con un valioso sello

Petros Kunuklas, arqueólogo del Eforato de Antigüedades fue el encargado de dirigir al equipo de investigadores. «Nos sorprendió ver la cantidad de catas y sondeos que habían dejado los furtivos por lo que decidimos realizar una profunda inspección de la zona y así descubrimos la entrada al tholos», relata a ABC.

«Cuando descubrimos el 'tholos', inmediatamente fuimos conscientes de su importancia. Era el primer hallazgo de época micénica en la Ftiótide«, comenta emocionado Kunuklas. «Hay restos micénicos en Beocia y en Fócida pero hasta ahora no se había encontrado nada en esta provincia», explica a ABC Efi Karántzali, jefa del Eforato de Antigüedades de Ftiótide.

La arqueóloga cree que las excavaciones sistemáticas que se están llevando a cabo sacarán a la luz una necrópolis micénica vinculada al monumento aunque duda que se encuentren otras tumbas de estas características.

Las excavaciones, a cargo de Kunuklas, comenzaron inmediatamente y se instaló en la zona un puesto de vigilancia para evitar el expolio de la espectacular tumba, de 5,6 metros de diámetro y 2,3 metros de altura conservados. «Lo primero que hicimos fue retirar con sumo cuidado el derrumbe de la bóveda que había caído todo sobre el interior del monumento funerario».

Tras un minucioso trabajo de cribado, los arqueólogos consiguieron recuperar fragmentos de cerámica micénica, joyas, cuentas de oro, entre otros objetos. No obstante la pieza más importante es un sello de ágata decorado con una escena de 'Taurocatapsia' o salto del toro, un tema típicamente micénico que «nos da valiosa información sobre la élite social a la que pertenecía la familia que mandó construir el monumento funerario y su riqueza económica», añade Kunuklas.

En estos momentos los objetos encontrados están siendo analizados por los investigadores y «estamos estudiando si el monumento está vinculado con los vecinos centros de poder micénicos o por si el contrario, existía un núcleo importante en la zona», explica Karántzali.

El monumento funerario, datado entre los siglos XIV y XIII a.C., fue reutilizado durante los siglos I y II d.C, en época romana, como enterramiento. Las excavaciones han sacado a la luz numerosas piezas pertenecientes al ajuar funerario tanto de época micénica como romana. «El derrumbe de la bóveda y la consecuente inaccesibilidad en el monumento impidieron el robo de los objetos enterrados allí», explica Kunuklas.

No es la primera vez que en la región de Phthiotis los cazatesoros expolian yacimientos arqueológicos, «las excavaciones ilegales son el deporte nacional de los locales«, comenta a ABC Kunuklas. »La actividad de los expoliadores en la zona es tan frecuente, que tenemos que realizar controles constantes para evitar que dañen el rico patrimonio arqueológico«, añade el arqueólogo.

Para evitarlo, el Eforato de Antigüedades de Ftiótide cuenta con una guardia especial que se encarga de patrullar los cientos de yacimientos arqueólogos de la zona y de concienciar a la población local con campañas de información de la importancia de la conservación de los bienes culturales.

«Muchas veces son los propios ciudadanos, que de forma anónima, cuentan a nuestros guardias que han visto a furtivos o escuchado rumores de excavaciones ilícitas. La colaboración ciudadana es fundamental en este sentido«, relata a ABC Karántzali.

El pasado sábado 27 de mayo se realizó para la población local la presentación oficial del yacimiento y una visita guiada. Para Kunuklas este tipo de eventos informativos es fundamental «soy de la opinión de que no hay que esconder nada y, que cuanto más conocimiento tiene la gente sobre su patrimonio más cuida de él«, comenta.