CRÍTICA DE:
«La vida es breve, etcétera», de Veronica Raimo: insoportable «ma non troppo»
La autora italiana regresa con siete relatos protagonizados por unos personajes tan poco ejemplares como encantadores a su pesar
Otras críticas de la autora
Veronica Reimo (Roma, 1978) es escritora, guionista y traductora
Conocimos a Veronica Raimo en 'Nada es verdad', la deliciosa historia de una familia excéntrica y semidisfuncional narrada bajo la premisa de que toda recreación de la memoria es impostura. La autora regresa con un libro de cuentos protagonizado por unos personajes tan ... poco ejemplares como encantadores a su pesar.
Los siete relatos que componen 'La vida es breve, etcétera' están narrados en primera persona por mujeres que engañan, roban, beben más de la cuenta y siempre tienen a punto una réplica mordaz. Uno de los cuentos arranca con un terremoto que sorprende a una joven en la cama con un hombre que no es su pareja. En otro, una escritora consiente los requerimientos abusivos de una vecina a la que supersticiosamente atribuye la buena marcha de su novela.
RELATOS
'La vida es breve, etcétera'
- Autora Veronica Reimo
- Editorial Libros del Asteroide
- Año 2025
- Páginas 144
- Precio 14,95 euros
Pese a su comportamiento cuestionable, las protagonistas de estas historias no logran caer mal. Ni siquiera cuentan sus peripecias para justificarse o congraciarse con el lector. Más bien se burlan de sí mismas con la neurosis de un Woody Allen en versión femenina e italiana. Raimo convierte la ironía acerada en un modo de estar en el mundo: una forma de mirar la desgracia sin solemnidad y de sobrevivir al caos existencial con una sonrisa torcida. Ese equilibrio entre lo liviano y lo profundo define su escritura.
Como tantos humoristas, la autora se asoma al abismo de la depresión y, cuando está a punto de caer, lo libra con una pirueta cómica. Que nunca cruce esa línea confiere a sus cuentos una elegancia que caracteriza también su estilo formal: directo, preciso y por momentos inesperadamente lírico. Poeta y guionista además de narradora, Raimo maneja con gracia el arte de la brevedad.
El ritmo ágil convierte la lectura en un paseo jovial del que sin embargo no se sale indemne
Le basta una frase para dibujar un personaje («Era una mujer pequeñita, con la palidez típica de los católicos convencidos, una tez que se alimenta de las privaciones y el miedo»), formular una emoción («Una ruptura es un palimpsesto») o rematar un diálogo con puntería cómica («Eres demasiado baja —le dije. / Y tú tienes unos dientes de mierda. / Nuestra relación no despegó a pesar de la profusión de sinceridad).
El ritmo ágil, propio también de la comedia, convierte la lectura en un paseo jovial del que sin embargo no se sale indemne. Mientras mueve a la risa, la autora consigue perturbar, hacer pensar y recordarnos que nunca conviene tomarse demasiado en serio. También que a menudo resulta más sencillo reconocerse en los defectos ajenos que en las virtudes propias.
Entre los cuentos más memorables, 'Los enanos no se miran', en el que una atractiva oferta de trabajo en Nueva York se transforma en un secuestro a manos de una familia italoamericana excesivamente protectora; 'El Premio Generosidad', protagonizado por una niña que miente y roba para aventajar a una compañera repelente; o el que da título al volumen, con ese «etcétera» que encierra la esencia del libro: el enfoque irónico que le permite a Raimo acercarse a la melancolía manteniendo la emoción bajo control y confirmando que la vida —breve, absurda y maravillosa— sólo puede comprenderse desde el humor.