Libros
Richard Flanagan y el omnicidio
narrativa
Retrato minucioso de una familia que es tan problemática y tan representativa como pueda serlo la mía o la suya, querido lector
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Iniciar sesiónNo soy un gran admirador de las novelas o películas que tratan (la verdad es que este es uno de los temas obsesivos de nuestra época) de una persona que está muy enferma y que acaba muriendo, con la interminable sucesión de pruebas, diagnósticos, operaciones, ... dolor, vómitos, fármacos, sufrimientos sin fin. Algo que nadie desea en la vida, ¿para qué buscarlo en el territorio libre de la ficción? Sin embargo esta novela me ha intrigado desde el principio y me ha ganado en seguida. El centro de la historia es Francie, una mujer mayor que sufre una enfermedad terminal. Enseguida comprendemos que esta enfermedad es exactamente la misma que sufre el planeta. Australia se hunde en una vorágine de incendios que nadie logra controlar y cuyo efecto devastador alcanza a innumerables especies vegetales y animales.
Sin embargo, así como la sociedad parece incapaz de controlar la destrucción del medio ambiente, los tres hijos de Francie parecen empeñados, con algunas dudas y la oposición circunstancial de alguno de los hermanos, en mantener a su madre con vida al precio que sea. Francie está a punto de morir, pero los médicos la reflotan una y otra vez. Se pone gravísima, la ingresan en la UCI, parece que ha llegado el fin, pero de nuevo logran que se recupere y así una y otra vez.
NOVELA
'El mar vivo de los sueños despiertos'
- Autor Richard Flanagan
- Editorial Piel de Zapa
- Año 2023
- Páginas 257
- Precio 21,50 euros
Y, poco a poco, se convierte en una nada, en un cadáver viviente. Incapaz de hablar, una de las últimas frases que logra escribir es «dejad que me vaya», pero los hijos están empeñados en mantenerla con vida. Y hay reflexiones bastante brutales pero también, me parece, muy certeras y muy necesarias (por doloroso y difícil que resulte hacerlas) sobre esa extraña medicina que estamos padeciendo en nuestra época, esa fascinante «amabilidad de los médicos» que solo trae como consecuencia más y más sufrimiento, en un éxtasis de dolor interminable.
Nota de esperanza
‘El mar vivo de los sueños despiertos’ es una novela a ratos simbólica, a ratos muy realista, a ratos filosófica, a ratos fantástica. Francie no acaba nunca de morirse y está cada vez peor. El planeta parece abocado a la destrucción. Y un día, Anna observa que le ha desaparecido un dedo. Poco después, una rodilla. Más tarde, un pecho. Luego otras partes de su cuerpo. Al cabo de un tiempo, también su hijo comienza a desaparecer. Luego la gente por las calles. Hay más cosas que desaparecen: ¿será posible, se pregunta Anna, que esté desapareciendo el amor? ¿Y la belleza? ¿Será cierto que los seres humanos no soportan la belleza? En ciertos momentos, hasta desaparecen las comas de las frases, dejándonos en un lenguaje que se abre al vacío, a lo indefinido. ¿Cómo adaptarse a la propia extinción? Y una terrible palabra: ‘omnicidio’. No, no es un libro muy alegre, pero a pesar de todo termina con una nota de esperanza.
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