'Rebeldía y disciplina' en el TEA: el museo como ensayo colectivo

En lugar de limitarse a conservar o exhibir, proponía un modelo de museo que se implica activamente en los debates contemporáneos y que piensa críticamente el presente, revisa el pasado reciente y se abre a lo que está por acontecer. Además, muestra interés en ese diálogo entre lo global y lo local y en la propia colección de TEA, a la que quiere convertir en la espina dorsal de las líneas discursivas que definirán los programas públicos y exposiciones.

Todas estas preocupaciones se dan cita en su primera –y esperada– muestra: 'Rebeldía y disciplina. Una posible historia de los grupos de artistas de Canarias a partir de la colección de TEA'. Con solo leer los créditos de la exposición, el público ya se percata del tema central de la misma: la colectividad. La muestra está comisariada por Néstor Delgado Morales, Alejandro Castañeda Expósito, José Manuel González Reyes, Isidro Hernández Gutiérrez, Sara Lima, Débora Madrid Brito, Emilio Ramal Soriano, Vanessa Rosa Serafín y el propio Sergio Rubira.

Su director, con perspicacia, ha querido trabajar de manera grupal, incluyendo toda una amalgama de profesionales locales, una forma de reducir al mínimo los errores que puedan surgir de esta exposición tan ambiciosa; la mayor jamás llevada a cabo por el museo tinerfeño.

De primeras, la muestra presentaba numerosos indicios que hacían prever un posible fracaso, especialmente por la amplitud y complejidad del tema tratado, pero lo cierto es que aprueba con buena nota.

La estrategia ha sido clara: Rubira lo ha llevado hacia un terreno que domina. El director artístico de TEA, con los años, ha desarrollado una práctica curatorial profundamente enraizada en la revisión crítica de los relatos históricos del arte contemporáneo. Su trabajo se ha caracterizado siempre por una voluntad de desmontar las narrativas hegemónicas, resituando genealogías alternativas y temporalidades desplazadas. Recordemos que durante su etapa como subdirector de colecciones y exposiciones del IVAM (2017-2021) impulsó exposiciones que revelaban un marcado interés por articular el archivo como herramienta política y por cuestionar los modos tradicionales de historiografía artística.

Todo ello se observa en 'Rebeldía y disciplina', una exposición donde se rompe con el esquema de orden cronológico pese a que se presenta dividida en tres grandes secciones (1918-1950, 1950-1970 y 1970-2025), evitando lecturas lineales e integrando narrativas interseccionales y deconstructivas.

Una de las rupturas más significativas radica en la recuperación de mujeres históricamente invisibilizadas en el relato cultural canario. Nombres como Maruja Soto, Nieves Lugo, Mercedes Pinto, Pinito del Oro, Vicki Penfold, Maud Bonneaud-Westerdahl o Rosa Galindo dialogan sin titubeos con Martín Chirino o Manolo Millares, ocupando el lugar que siempre se merecieron. Haberlas recuperado no solo significa insertar sujetos ausentes en un relato ya establecido, sino reconfigurar el relato mismo que desde Canarias se ha ido perpetuando con el tiempo, haciéndolo desde una perspectiva plural y situada, donde la práctica curatorial es concebida como espacio crítico de relectura, disenso y producción de saberes contrahegemónicos.

'Rebeldía y disciplina' se distingue asimismo por la inclusión de relatos 'queer' y 'trans' que amplían el espectro de subjetividades representadas; por su necesaria reflexión crítica sobre las consecuencias del turismo de masas en un momento clave para el devenir sociopolítico y ecológico de Canarias; así como por las valiosas aportaciones cinematográficas y su intensa carga documental y de archivo.

Además, resultan especialmente efectivas las intervenciones puntuales de artistas como Pérez y Requena o José Herrera, así como las intrusiones estructurales de Casa Antillón, irrumpiendo como bocanadas de aire fresco y favoreciendo una lectura más porosa y plural del proyecto. Por la contra, sorprenden algunas ausencias significativas de las últimas décadas como la revista-objeto 'Papel Engomado', la valiosa aportación en El Hierro de Cochino Negro, los trabajos colaborativos de PSJM en Gran Canaria o los más de diez años de 'Ars Magna' en Lanzarote, por citar solo algunos.

'Rebeldía y disciplina. Una posible historia de los grupos de artistas de Canarias a partir de la Colección de TEA'

Colectiva. TEA. Tenerife Espacio de las Artes. Tenerife. Avda. San Sebastián, 10. Comisario: Sergio Rubira (coordinador). Hasta el 26 de octubre. Tres estrellas.

En un contexto de creciente individualismo, 'Rebeldía y disciplina' ofrece, teniendo como punto de partida los grupos artísticos de Canarias, un espacio crítico desde donde visibilizar diferentes formas de creación basadas en la cooperación, el diálogo y la toma de decisiones compartida. Un espacio desde donde cuestionar las jerarquías y ensayar nuevas políticas culturales.