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Schiller, un grito de inconformismo
Conmovió a la sociedad biempensante con su drama 'Los bandidos', escrito en 1791 y prohibido por las autoridades alemanas
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Reunión en Jena. De izquierda a derecha, Friedrich Schiller, Wilhelm, Alexander von Humboldt y Goethe
Friedrich Schiller comenzó a escribir 'Los bandidos' cuando cursaba estudios de medicina en Stuttgart. Era un alumno rebelde que leía en secreto los poetas románticos alemanes sin interés alguno por una carrera que abandonó a los pocos meses de ejercer. Años antes, había soportado ... una severa educación en una academia militar en la que le había internado su padre por deseo del duque de Wurtemberg. La vida se convirtió en un infierno para el futuro dramaturgo, incapaz de aguantar el maltrato físico y los ejercicios de campaña.
Schiller pasaba su tiempo leyendo a Voltaire, Rousseau, Goethe y Kant, filósofo que le fascinó y que estudió con devoción. Simpatizaba con las ideas de la Ilustración y rechazaba el autoritarismo de los principados alemanes, el trasfondo histórico en el que escribió 'Los bandidos', drama en cinco actos, concluido en 1781.
En aquella época era una crítica demoledora a la autoridad política y eclesiástica
El estreno al año siguiente suscitó un escándalo considerable. Representado en el teatro municipal de Mannheim, el duque de Wurtemberg ordenó la detención de Schiller, que permaneció encerrado dos semanas. La obra fue prohibida y su autor declarado proscrito, lo que no impidió que su leyenda se fuera extendiendo por toda Alemania. Se convirtió en un grito de protesta juvenil hasta el punto de que en algunas ciudades se crearon grupos para emular a los protagonistas del drama.
A los ojos del lector contemporáneo, 'Los bandidos' resulta hoy un folletín de escasa verosimilitud por su enrevesada trama y por los sentimientos inflamados de los personajes. Pero en aquella época era una crítica demoledora a la autoridad política y eclesiástica y a un orden donde la hipocresía ahogaba cualquier atisbo de espontaneidad.
La acción se inicia en un castillo de Franconia en el siglo XVIII y narra la historia de dos hermanos, Carlos y Franz, hijos de un noble terrateniente. Carlos es un mujeriego y jugador de buenos sentimientos que abandona el hogar. Franz, que tiene envidia de su hermano, no pierde la ocasión de desacreditarle ante su padre.
El enfrentamiento fratricida acaba de manera trágica tras una serie de peripecias que llevan a Carlos a erigirse en líder de un grupo de bandidos. El padre muere con el corazón desgarrado, Franz se suicida y Carlos mata a su prometida y se entrega a la Justicia. El mensaje de la obra resulta claro: la rebeldía contra el orden establecido y el impulso de la libertad se paga con la autodestrucción y la muerte.
Schiller era uno de los más ilustres representantes del movimiento 'Sturm und Drang', caracterizado por la exaltación de los sentimientos y la reivindicación de la libertad. El canon estético de sus integrantes combatía el racionalismo y el formalismo que imperaba en Alemania en esa época.
El estreno de 'Los bandidos' convirtió en un mito a Schiller, que tuvo que iniciar una larga peregrinación por las ciudades alemanas para sobrevivir. No logró una estabilidad hasta 1789 cuando le otorgaron una cátedra en Jena para enseñar historia. Su sueldo era miserable y se tenía que ganar la vida con clases particulares para mantener a su esposa y su hijo. Fichte, la estrella ascendente de la filosofía alemana, enseñaba también en Jena.
Derramamiento de sangre
Fue en 1794 cuando conoció a Goethe por casualidad. Los dos hombres se hicieron amigos y mantuvieron una estrecha relación hasta la prematura muerte de Schiller en 1805 cuando tenía 45 años. Durante una década, escribieron juntos y editaron la revista 'Die Horen', que se convirtió en una plataforma para difundir las ideas ilustradas. El apoyo de Schiller a los jacobinos motivó que se le concediera la distinción de ciudadano honorario de la República.
En sus últimos años, el autor de 'Los bandidos' se distanció del movimiento revolucionario en Francia, siguiendo los pasos de Goethe. Criticó el derramamiento de sangre y la evolución del régimen hacia una dictadura autoritaria. Y su figura obtuvo el reconocimiento que se le había negado con obras como 'Wallenstein' y 'Guillermo Tell'. Muchos escritores y músicos europeos se inspiraron tras su muerte en sus textos que pasaron a ser clásicos de la literatura alemana.
'Los bandidos' fue en su tiempo la expresión de un teatro comprometido que conectaba con pensadores como Kant y Fichte que abogaban por la autonomía de la razón y la libertad del yo, unas ideas entonces revolucionarias. Merece la pena leer esta obra bellamente escrita y de un profundo lirismo que, a pesar del paso de los siglos, nos sigue conmoviendo por su fuerza dramática.