Crítica de:

'Nubarrones I y I', de Enrique Lynch: perlas filosóficas para todos

Ensayo

Se recupera en dos volúmenes una amplia selección de textos del pensador, ensayista, traductor y editor bonaerense. Lectura especialmente grata, además de instructiva y vigente

Otras críticas de la autora

Enrique Lynch (Buenos Aires, 1948-Barcelona, 2020)

Carmen R. Santos

27/06/2025 a las 16:53h.

Señala Enrique Lynch (Buenos Aires, 1948-Barcelona, 2020) que sus «nubarrones» son «ensoñaciones u ocurrencias separadas de otras, cavilaciones interrumpidas, trazos de escritura rápida, observaciones muy escoradas y, en ocasiones, un punto amargas».

Ahora, Ladera Norte recupera en dos volúmenes una amplia selección de ... textos del filósofo, ensayista, traductor y editor bonaerense. Su origen está en ‘Las Nubes’, un seminario nacido en 2004 —y luego revista digital—, que dirigió Lynch, como nos explica uno de sus miembros, Carlos Revetria, en la introducción al primer tomo, quien aclara el sentido del nombre: «Hallaron la ironía equilibrada entre la posición de Adorno respecto al ensayo en confrontación a las ideas de Lukács y la burla de Aristófanes a los sofistas y a Sócrates».

Autor Enrique Lynch
Editorial Ladera Norte
Año 2025
Páginas 616 y 472
Precio 25,90 y 22,90 euros

En efecto, estas dos características las encontramos en estos trabajos fechados desde 2005 hasta 2020, que suponen una gran inmersión en el rico mundo intelectual de Enrique Lynch, así como una suerte de testamento, incluyéndose revelaciones autobiográficas: «En los últimos tres años he conocido casi todas las formas del dolor: el físico, el psíquico, el sentimental, el dolor moral».

Todo lo divino y humano tiene cabida en estos ensayos de variada extensión, generalmente breves, que da cuenta de la amplitud de intereses y preocupaciones de Lynch. Innumerables son los asuntos que aborda —literatura, arte, estética, filosofía, política, sociedad, los sentimientos, la religión, la publicidad, cine, música, los símbolos, lo ‘vintage’, las etapas de la vida, la ciencia, el lenguaje... — siempre con originalidad y agudeza y muchas veces con un punto de humor, desfilando por sus páginas infinidad de creadores de distintas disciplinas. Su lectura resulta así especialmente grata, además de instructiva y vigente.

Innumerables son los asuntos que aborda, con originalidad y agudeza y muchas veces con un punto de humor

Por ejemplo, su análisis sobre las utopías, donde, entre otras reflexiones, apunta: «La expresión más irrisoria de la utopía contemporánea es la marxista/comunista», o su voz de alarma sobre el acoso a las Humanidades: «Cuidado, lo que la desaparición de las ‘Humanidades’ nos depara no es solamente un mundo sin mito ni ideología sino un mundo sin crítica y, por lo tanto, sin reparación posible», o su idea de que no pocas veces al suplantar los escritores a la mujer real por una imaginada y misteriosa manifiesta signos de «misoginia literaria».

El tono de Enrique Lynch, que conjuga la precisión con no necesitar la oscuridad ni estilística ni conceptual, convierte estos luminosos nubarrones en singulares perlas filosóficas, que se pueden ir espigando con deleite, aptas para todos los públicos.