PAlabras contadas
Barenboim y los adioses
Acaba de anunciar «un paso atrás» por motivos de salud. ¿Qué música le rondará por la cabeza tras la retirada?
Hay un instante, justo al final de una pieza musical, en el que se concentran intensidad y sentido. Cuando el sonido acaba y aún no han restallado los aplausos. Es un segundo. A veces más tiempo. Es un silencio que podemos percibir pero que la ... mente aún no concibe, porque todo lo que acabamos de escuchar resuena y nos empuja a sentir. Pienso en el adiós de un músico tan grande como Daniel Barenboim, que acaba de anunciar «un paso atrás» por motivos de salud. Quién no ha escuchado su escalada por las sonatas de Beethoven y el más excelso repertorio pianístico, o su transparente pericia en la dirección de orquesta.
Quién no ha admirado su perfección de intérprete y su fe irrestricta en la capacidad de la música para cambiar el mundo, su pelea por que la música, como las trompetas bíblicas, derruyese murallas y borrase fronteras. El Diwan, la orquesta de jóvenes judíos y palestinos, es un proyecto memorable, por encima de cualquier eco de los tambores de guerra.
Pero lo cierto es que Barenboim dice adiós. ¿Qué música le rondará por la cabeza tras la retirada que se anuncia? Hay quien se obsesiona con una pequeña pieza hasta el final de sus días, o se encierra con una delicada variación. Me pregunto qué melodía escuchará en su mente, en medio del silencio, antes del aplauso que merece.